Tormenta en Kitanoya

[Sasagani Yota]

—Oye, pues... Se me ocurre algo.

Mira, cuando alguien te dice un se me ocurre algo como ese se avecinan problemas. Esto es como los yo controlo de los borrachos. Me daba mal rollo pero al mismo tiempo me moría por saber qué narices estaba pasando en aquel lugar. ¿Qué planes tenía aquella vieja del demonio escondidos bajo la roca de la cordillera?Daba un poco de mal rollo.

El amejin hizo una seña y me hizo ir hasta la cueva del otro día, esa de la que huimos por patas.

—¿No te da curiosidad saber qué cojones hacía ahí dentro la abuela vidente de aquél día? —dijo—. Igual tiene algo escondido.

— Esto... Daruu-kun, ¿Qué se supone que hacemos aquí? No sabemos qué esconde esa vieja ahí dentro... aunque, ¡Qué cojones! Yo también me muero de curiosidad

El de ojos blancos hizo un sello con sus manos activando el Byakugan para poder ver a través.

—Déjame comprobar si hay alguien o no, y podremos entrar.

— Vale, vale, pero tratemos de no hacer tonterias, ¿Eh?

Daruu ya había emepzado a examinar la zona, con la vista clavada en el interior de aquella cueva subterránea. Básicamente vio lo mismo del otro día pero sin nadie dentro. Si Daruu seguía examinando vería que en un rincón había una especie de máquinas que alguien como él reconocería rápidamente. La tecnología de Amegakure había llegado hasta allí. Parecían ser un par de ordenadores y cerca de ellos una camilla en la que una sabana cubría algo. Parecía... ¿Un cuerpo?

Pero ni rastro ni de la vieja ni de su colaborador, al cual no llegamos a conocer.

— Bueno, ¿qué ves? ¡Di algo, cojones! pregunté, atacado por los nervios.