1/10/2017, 15:09
En lugar de emocionarse como él, la kunoichi pareció alterarse con sus palabras.
—Un momento... ¿No dirás que aún conservan sangre? ¿No?
— No lo creo. Estarán bien conservadas, pero no tanto — murmuró, con una carcajada. Menuda chica más graciosa.
Juro sonrió un poco, al tiempo que caminaban. No pudo evitar compararla con la otra Eri que conocía. Pero esta era mucho más distinta. Parecía más... decidida.
. Sí, estoy de paso por Taikarune ya que quiero ir a Taizaku Gai por unos asuntos — Eri realizó un movimietno que a Juro le resultó familiar, ya que él se había pasado todo el viaje realizandolo: el no acostumbrarse a que lo que fuese que estuviera antes en tu espalda ya no setaba —. Sí, asuntos familiares.
— Ya veo... — murmuró Juro, sin llegar a insistir demasiado en el tema —. A mi me encanta viajar. Antes mi hermana no me dejaba alejarme de la villa por mucho.
Juro se ruborizó. ¿Por qué le había dicho eso? Supuso que quería decirle algo. Lo que fuese.
A lo lejos, ambos shinobi podrían apreciar facilmente la gran edificación a la que se dirigían. Una gran masa de gente — turistas, como ellos — también se dirigía al museo. Pronto, se vieron sumergidos en ella.
—Un momento... ¿No dirás que aún conservan sangre? ¿No?
— No lo creo. Estarán bien conservadas, pero no tanto — murmuró, con una carcajada. Menuda chica más graciosa.
Juro sonrió un poco, al tiempo que caminaban. No pudo evitar compararla con la otra Eri que conocía. Pero esta era mucho más distinta. Parecía más... decidida.
. Sí, estoy de paso por Taikarune ya que quiero ir a Taizaku Gai por unos asuntos — Eri realizó un movimietno que a Juro le resultó familiar, ya que él se había pasado todo el viaje realizandolo: el no acostumbrarse a que lo que fuese que estuviera antes en tu espalda ya no setaba —. Sí, asuntos familiares.
— Ya veo... — murmuró Juro, sin llegar a insistir demasiado en el tema —. A mi me encanta viajar. Antes mi hermana no me dejaba alejarme de la villa por mucho.
Juro se ruborizó. ¿Por qué le había dicho eso? Supuso que quería decirle algo. Lo que fuese.
A lo lejos, ambos shinobi podrían apreciar facilmente la gran edificación a la que se dirigían. Una gran masa de gente — turistas, como ellos — también se dirigía al museo. Pronto, se vieron sumergidos en ella.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60