1/10/2017, 19:50
Juro trató de concentrarse en los dos hombres que montaban guardia mientras la gente iba pasando poco a poco, prácticamente con cuentagotas, en lugar de en como Eri le estaba tomando de la muñeca en ese momento. Si. No es que nadie le hubiese tomado nunca de la muñeca, pero le producía sensaciones extrañas.
Definitivamente esa chica parecía ser muy humilde — o muy realista — respecto a sus habilidades. El tiempo diría si Juro podría verla en combate o no. Ahora solo iban a un museo.
—¿Sabes si la entrada es gratis?
— Pues... — comenzó a decir Juro. Alargó la última sílaba, puesto que no tenía ni idea realmente.
Sin embargo, no hizo falta que dijese nada.
— ¡Por favor niña! ¿¡De verdad crees que toda esta chusma vendría aqui si hubiese que pagar!?
La voz provenía de la mujer que se encontraba en el puesto de delante de ambos. Era bajita, y poseía una enorme y bien cuidada melena que le llegaba hasta el punto bajo de la espalda. Sus ojos, azules claros, y sus pestañas, excesivamente rizadas. Vestía a la última moda, y por si fuera poco, iba maquillada como una puerta.
« Quizá fuese guapa sin tanto maquillaje »
Sin embargo, la mujer parecía darselas con una gran altaneria.
— ¡Un respeto, señora! — exclamó una voz, a su espalda. Provenía de un hombre ya entrado en años. Vestía una ropa mucho más humilde, y en su cabeza ya se empezaba a notar varias entradas.
Definitivamente esa chica parecía ser muy humilde — o muy realista — respecto a sus habilidades. El tiempo diría si Juro podría verla en combate o no. Ahora solo iban a un museo.
—¿Sabes si la entrada es gratis?
— Pues... — comenzó a decir Juro. Alargó la última sílaba, puesto que no tenía ni idea realmente.
Sin embargo, no hizo falta que dijese nada.
— ¡Por favor niña! ¿¡De verdad crees que toda esta chusma vendría aqui si hubiese que pagar!?
La voz provenía de la mujer que se encontraba en el puesto de delante de ambos. Era bajita, y poseía una enorme y bien cuidada melena que le llegaba hasta el punto bajo de la espalda. Sus ojos, azules claros, y sus pestañas, excesivamente rizadas. Vestía a la última moda, y por si fuera poco, iba maquillada como una puerta.
« Quizá fuese guapa sin tanto maquillaje »
Sin embargo, la mujer parecía darselas con una gran altaneria.
— ¡Un respeto, señora! — exclamó una voz, a su espalda. Provenía de un hombre ya entrado en años. Vestía una ropa mucho más humilde, y en su cabeza ya se empezaba a notar varias entradas.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60