3/10/2017, 14:33
Las noticias vuelan, y la de Datsue había sido una noticia gorda. Pues no coge y se deja meter medio bijuu en el cuerpo. La madre que lo parió. Y ahora ¿cómo coño me acerco a él? Habíamos hablado otras cosas, mayormente de chorradas que es de lo único que se habla en la academia cuando la paz tiene siglos detrás. Sabía donde vivía, bueno, media villa lo sabía. Es lo que tiene ser famoso, supongo.
Y si no estaba en casa solo tenía que rastrearle con las revistas que se había dedicado a repartir. Nada como unos padres chismosos para hacerte un informe completo de lo que ha hecho tu compañero que ahora es jinchuriki durante toda su vida. Me planté delante de su puerta la mañana siguiente a haber vuelto a la villa. Sin duda, necesitaba su versión de los hechos, todo eso se había vuelto una jaula de grillos y ya no sabías ni qué era lo cualo.
¿Y ahora qué? Estabamos la puerta y yo, yo y la puerta, si daba un par de nudillazos no iba a decirme ni media porque igual se pensaba que era el cartero. Ni siquiera estaba seguro que se acordase de mi, así que mejor ir a lo seguro. Empecé a aporrear la puerta entre gritos de auxilio.
— ¡Datsue, soy yo, el gran Inuzuka Nabi, abre corre que me persigue un perro tuerto! ¡Y encima es negro, tio! ¡¡QUE ME COME!!
La interpretacion era más bien pobre, pero igual subiendo el tono no le quedaba otra que abrirme. Para su suerte, ya me había limpiado y ahora iba vestido de forma normal y oliendo normal.
Y si no estaba en casa solo tenía que rastrearle con las revistas que se había dedicado a repartir. Nada como unos padres chismosos para hacerte un informe completo de lo que ha hecho tu compañero que ahora es jinchuriki durante toda su vida. Me planté delante de su puerta la mañana siguiente a haber vuelto a la villa. Sin duda, necesitaba su versión de los hechos, todo eso se había vuelto una jaula de grillos y ya no sabías ni qué era lo cualo.
¿Y ahora qué? Estabamos la puerta y yo, yo y la puerta, si daba un par de nudillazos no iba a decirme ni media porque igual se pensaba que era el cartero. Ni siquiera estaba seguro que se acordase de mi, así que mejor ir a lo seguro. Empecé a aporrear la puerta entre gritos de auxilio.
— ¡Datsue, soy yo, el gran Inuzuka Nabi, abre corre que me persigue un perro tuerto! ¡Y encima es negro, tio! ¡¡QUE ME COME!!
La interpretacion era más bien pobre, pero igual subiendo el tono no le quedaba otra que abrirme. Para su suerte, ya me había limpiado y ahora iba vestido de forma normal y oliendo normal.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)