4/10/2017, 20:23
(Última modificación: 4/10/2017, 20:27 por Uchiha Datsue.)
Si Nabi creía que iría directo al meollo, no pudo estar más equivocado. Le había pedido la versión completa, y ahora tendría que aguantarse.
—Como decía, se rumoreaba que Zoku quería usar a los bijuus como arma de guerra. Al final el Consejo de Sabios eligió a Yakisoba, pero entonces apareció Zoku, marcándose un discurso revolucionario. Ahora la gente te dirá que nadie le hizo caso y bla bla bla —dijo, simulando una boca que no paraba de hablar con la mano—. Pero yo estuve allí, Nabi. Vi lo que pasó. Se los estaba camelando. A buena parte de ellos se los estaba camelando. ¿Sabes por qué? Porque el tío sería todo lo que tú quieras, pero si algo tenía, y eso nadie lo puede negar, es que era un manipulador de primeras. Jamás vi un tío con tanta labia. Pero entonces apareció Gouna y lo mató. Pam —envolvió las manos en un único puño y las abrió de golpe, simulando una explosión—. Fue como en las pelis, tío. Cuando Zoku se enteró de lo que había pasado ya había palmado. Entonces Gouna nos explicó que lo de Zoku y los bijuus era cierto, y que además el muy hijo de puta había planeado asesinar a Shiona mucho antes de su muerte. Tendrías que haber estado allí, tío. La plaza se vino abajo. Puede que el Consejo de Sabios hubiese elegido al Uzukage, pero el pueblo decidió en ese momento al suyo. Yakisoba le cedió el sombrero, y Gouna se proclamó Kage.
»Luego llegó la calma, y ese torneo en el Valle de los Dojos. Allí me enfrenté a Eri. No a nuestra Eri —aclaró—, sino a una kunoichi de una promoción anterior a la nuestra. Gané, y luego me tocó enfrentarme al Demonio de Ojos Blancos. Así le llamaban en su Aldea. Él tipo era todo clase —le describió—. Te lo juro, jamás vi una defensa tan perfecta. Cuerpo a cuerpo, era casi intocable. A distancia, era todavía más peligroso. No quiero poner excusas, pero he de decir que algo también me confié. Ya me conoces. Me vine arriba con el público, quise hacer algunas cabriolas de más y… En fin, que nos noqueamos mutuamente. Empate. Luego Akame le tocó enfrentarse contra Ayame la Cortarrollos. Ya te explicaré el porqué de su apodo —le aseguró, sin querer irse demasiado por las ramas—. El caso, que Akame ganó y nos volvimos a casa. Poco después, nos llamaron para una misión de rango S. A mí y a Akame. Alto nivel, tío. Casi nadie sabe lo que allí tratamos, y mejor que sea de ese modo. Fue algo… —silbó de la impresión—. Bueno, bueno, bueno. Apoteósico. Con decirte que la misión era conjunta con el resto de Aldeas, y que estuve con los tres jodidos Kages planificando lo que íbamos hacer, te haces a una idea. Pero no trates de tirarme de la lengua, tío. De verdad que no puedo. En esto no.
»Total, que salimos yo, Akame y Yakisoba a cumplir nuestra parte del encargo. Por el camino… —a Datsue se le iluminó la mirada—. Va, si te lo cuento, tienes que prometerme que no saldrá de aquí. Necesito que lo jures, tío. Lo que pasó fue muy fuerte.
—Como decía, se rumoreaba que Zoku quería usar a los bijuus como arma de guerra. Al final el Consejo de Sabios eligió a Yakisoba, pero entonces apareció Zoku, marcándose un discurso revolucionario. Ahora la gente te dirá que nadie le hizo caso y bla bla bla —dijo, simulando una boca que no paraba de hablar con la mano—. Pero yo estuve allí, Nabi. Vi lo que pasó. Se los estaba camelando. A buena parte de ellos se los estaba camelando. ¿Sabes por qué? Porque el tío sería todo lo que tú quieras, pero si algo tenía, y eso nadie lo puede negar, es que era un manipulador de primeras. Jamás vi un tío con tanta labia. Pero entonces apareció Gouna y lo mató. Pam —envolvió las manos en un único puño y las abrió de golpe, simulando una explosión—. Fue como en las pelis, tío. Cuando Zoku se enteró de lo que había pasado ya había palmado. Entonces Gouna nos explicó que lo de Zoku y los bijuus era cierto, y que además el muy hijo de puta había planeado asesinar a Shiona mucho antes de su muerte. Tendrías que haber estado allí, tío. La plaza se vino abajo. Puede que el Consejo de Sabios hubiese elegido al Uzukage, pero el pueblo decidió en ese momento al suyo. Yakisoba le cedió el sombrero, y Gouna se proclamó Kage.
»Luego llegó la calma, y ese torneo en el Valle de los Dojos. Allí me enfrenté a Eri. No a nuestra Eri —aclaró—, sino a una kunoichi de una promoción anterior a la nuestra. Gané, y luego me tocó enfrentarme al Demonio de Ojos Blancos. Así le llamaban en su Aldea. Él tipo era todo clase —le describió—. Te lo juro, jamás vi una defensa tan perfecta. Cuerpo a cuerpo, era casi intocable. A distancia, era todavía más peligroso. No quiero poner excusas, pero he de decir que algo también me confié. Ya me conoces. Me vine arriba con el público, quise hacer algunas cabriolas de más y… En fin, que nos noqueamos mutuamente. Empate. Luego Akame le tocó enfrentarse contra Ayame la Cortarrollos. Ya te explicaré el porqué de su apodo —le aseguró, sin querer irse demasiado por las ramas—. El caso, que Akame ganó y nos volvimos a casa. Poco después, nos llamaron para una misión de rango S. A mí y a Akame. Alto nivel, tío. Casi nadie sabe lo que allí tratamos, y mejor que sea de ese modo. Fue algo… —silbó de la impresión—. Bueno, bueno, bueno. Apoteósico. Con decirte que la misión era conjunta con el resto de Aldeas, y que estuve con los tres jodidos Kages planificando lo que íbamos hacer, te haces a una idea. Pero no trates de tirarme de la lengua, tío. De verdad que no puedo. En esto no.
»Total, que salimos yo, Akame y Yakisoba a cumplir nuestra parte del encargo. Por el camino… —a Datsue se le iluminó la mirada—. Va, si te lo cuento, tienes que prometerme que no saldrá de aquí. Necesito que lo jures, tío. Lo que pasó fue muy fuerte.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado