7/10/2017, 19:00
El joven médico de Amegakure seguía dando indicaciones a un par de personas para que fuesen colocando una serie de cosas en una carreta.
—Hee! Mogura!—
La voz le resultó familiar e inconfundible, se trataría de nadie otro que Inoue Keisuke, un chico de cabellera roja y espíritu sumamente joven y enérgico. Sin reparar un instante se acercaría a su persona esquivando a los trabajadores.
—Pensé que sería el último en partir pero ya veo que no.—
Mogura no pudo evitar asentir con un leve gesto de su cabeza.
Inoue Keisuke. Mi partida ha sido demorada por algunos asuntos de negocios.
Se adelantó a explicar el muchacho mientras llevaba una mano hasta su cabeza para acomodarse el cabello.
Pero en breve mi viaje de regreso a Amegakure va a comenzar.
Después de decir aquello, su cuerpo se giraría en dirección a la carreta. Esta contaba con un par de caballos unidos por un arnés a la estructura de madera, había un lugar para un cochero al frente, un espacio para pasajeros y finalmente una zona destinada al cargamento, esta estaría llena de cajas y algunas espadas que los hombres estaban envolviendo en telas.
—Hee! Mogura!—
La voz le resultó familiar e inconfundible, se trataría de nadie otro que Inoue Keisuke, un chico de cabellera roja y espíritu sumamente joven y enérgico. Sin reparar un instante se acercaría a su persona esquivando a los trabajadores.
—Pensé que sería el último en partir pero ya veo que no.—
Mogura no pudo evitar asentir con un leve gesto de su cabeza.
Inoue Keisuke. Mi partida ha sido demorada por algunos asuntos de negocios.
Se adelantó a explicar el muchacho mientras llevaba una mano hasta su cabeza para acomodarse el cabello.
Pero en breve mi viaje de regreso a Amegakure va a comenzar.
Después de decir aquello, su cuerpo se giraría en dirección a la carreta. Esta contaba con un par de caballos unidos por un arnés a la estructura de madera, había un lugar para un cochero al frente, un espacio para pasajeros y finalmente una zona destinada al cargamento, esta estaría llena de cajas y algunas espadas que los hombres estaban envolviendo en telas.
Hablo - Pienso