9/10/2017, 19:13
El trio de shinobis se durmió y la noche pasó. El último en dormirse, sería el primero al que la luz matinal despertara. ¿Cuanto habían dormido? Desde luego, el sol no acababa de salir, llevaba ahí un rato y ninguno de sus dos compañeros parecía siquiera estar inquieto por aquella enorme esfera de fuego que los bombardeaba con luz.
Pero Karamaru notó en su subconsciente que tanta luz no podía ser buena y se despertó alarmado. ¡Si estaban en una misión! ¿Qué hacían ahí tan panchos? Tenían un viaje que seguir y parecía que les daba igual con tal de seguir retozando en sus sueños un poco más. Si no hacía nada podría ser que se levantasen a la hora de comer por el hambre, más que por su sentido del deber.
Pero Karamaru notó en su subconsciente que tanta luz no podía ser buena y se despertó alarmado. ¡Si estaban en una misión! ¿Qué hacían ahí tan panchos? Tenían un viaje que seguir y parecía que les daba igual con tal de seguir retozando en sus sueños un poco más. Si no hacía nada podría ser que se levantasen a la hora de comer por el hambre, más que por su sentido del deber.