11/10/2017, 02:08
La Kageyama estaba lista para desaparecer de la escena dejando completamente solo al shinobi de Amegakure. No había motivos para quedarse por más tiempo, además de que la conversación era algo incómoda al menos para ella.
Antes de emprender la marcha, el calvo volvió a hablar, dirigiéndose claramente a la rubia que se vio obligada a girarse una vez más para poder verle a los ojos, después de todo ya le había dado la espalda.
—Kageyama Koko —respondió a secas sin más ceremonias.
Usualmente hubiese dedicado al menos una reverencia, pero aquel encuentro había sido de todo menos ameno para ella por lo que simplemente se retiraría.
—Nos vemos por ahí.
Con eso dicho, la chica se volteó nuevamente y se fue caminando en dirección a Nantōnoya.
Antes de emprender la marcha, el calvo volvió a hablar, dirigiéndose claramente a la rubia que se vio obligada a girarse una vez más para poder verle a los ojos, después de todo ya le había dado la espalda.
—Kageyama Koko —respondió a secas sin más ceremonias.
Usualmente hubiese dedicado al menos una reverencia, pero aquel encuentro había sido de todo menos ameno para ella por lo que simplemente se retiraría.
—Nos vemos por ahí.
Con eso dicho, la chica se volteó nuevamente y se fue caminando en dirección a Nantōnoya.