14/10/2017, 15:13
—Pues no lo sé, será porque soy defectuosa, o algo
En ese punto hasta mis alarmas fundidas y de colores poco llamativos empezaban a encenderse, ¿la había ofendido? ¿Por qué? Solo había hablado de que tiene tetas manejables y no protuberancias que solo sirven para que los salvajes y poco educados hombres que tenía que matar se enajenasen.
— Bueno, tampoco es algo realmente malo, así puedes moverte con más soltura y no vas con dos cosas colgando y rebotando constantemente.
Sin embargo, prontamente llegaríamos al restaurante, que era un pequeño y apacible puesto de ramen con una barra y taburetes. Solo había una señora de clienta y un hombre tras la barra. Eri se sentó tras saludar y yo la imité, sentandome a su lado.
— Buenas noches, Hideyoshi-san. Me llamo Inuzuka Nabi y éste es Stuffy.
Le señalé al perro que entró detrás nuestro sentandose entre Eri y yo en el suelo mirando por debajo de la cortina a la gente que pasaba por la calle.
En ese punto hasta mis alarmas fundidas y de colores poco llamativos empezaban a encenderse, ¿la había ofendido? ¿Por qué? Solo había hablado de que tiene tetas manejables y no protuberancias que solo sirven para que los salvajes y poco educados hombres que tenía que matar se enajenasen.
— Bueno, tampoco es algo realmente malo, así puedes moverte con más soltura y no vas con dos cosas colgando y rebotando constantemente.
Sin embargo, prontamente llegaríamos al restaurante, que era un pequeño y apacible puesto de ramen con una barra y taburetes. Solo había una señora de clienta y un hombre tras la barra. Eri se sentó tras saludar y yo la imité, sentandome a su lado.
— Buenas noches, Hideyoshi-san. Me llamo Inuzuka Nabi y éste es Stuffy.
Le señalé al perro que entró detrás nuestro sentandose entre Eri y yo en el suelo mirando por debajo de la cortina a la gente que pasaba por la calle.
—Nabi—