15/10/2017, 19:07
La paciencia de Eri se iba agotando a medida que mi grado de efusividad aumentaba y eso era sintoma de que si no le decía la verdad pura y llana iba a acabar por enfadarse, pero si se la decía igual tambien.
—Ya sabes, durante el tiempo que estuviste fuera de la villa —
Me lo acababa de aclarar y estaba entre la espada y la pared, mi boca se abrió para soltar la verdad justo cuando Hideyoshi, mi caballero de reluciente armadura, hizo aparición con los boles de fideos.
—Disfrutadlo, chicos; recién salidos de la cocina.
—¡Qué buena pinta! —
Fui el último en reaccionar porque estaba aún saboreando el momento. Sonreí y le di las gracias a Hideyoshi.
— Dios te bendiga, Hideyoshi-san.
Si algo había aprendido con la edad es que contestar con la boca llena era de mala educación así que si el tema se volvía algo tramposo había que comer hasta que se cambiase de tema para no soltar alguna barbaridad. Así que me dispuse a probar el caldo de los fideos para ver si estaba a una temperatura comestible.
—Ya sabes, durante el tiempo que estuviste fuera de la villa —
Me lo acababa de aclarar y estaba entre la espada y la pared, mi boca se abrió para soltar la verdad justo cuando Hideyoshi, mi caballero de reluciente armadura, hizo aparición con los boles de fideos.
—Disfrutadlo, chicos; recién salidos de la cocina.
—¡Qué buena pinta! —
Fui el último en reaccionar porque estaba aún saboreando el momento. Sonreí y le di las gracias a Hideyoshi.
— Dios te bendiga, Hideyoshi-san.
Si algo había aprendido con la edad es que contestar con la boca llena era de mala educación así que si el tema se volvía algo tramposo había que comer hasta que se cambiase de tema para no soltar alguna barbaridad. Así que me dispuse a probar el caldo de los fideos para ver si estaba a una temperatura comestible.
—Nabi—