15/10/2017, 19:19
Juro pareció disfrutar por la respuesta afirmativa de la kunoichi, y sintió que, a lo mejor; aquello podría ser obra de que el chico no era más que el hermano pequeño de una familia y que seguramente siempre esperaba a que su hermana diese el visto bueno a las cosas.
Le mostró una sonrisa de oreja a oreja después de aquello y ambos se dirigieron a la otra sección del museo.
— Si no me equivoco estaba por... ¡Ahí!
—¡Vamos, va! —exclamó ella claramente emocionada por poder seguir con la visita.
Sin embargo, un par de personas no muy agradables para Eri se encontraban allí, justo en la recepción. Era la mujer energúmena de la entrada que había sido colada por los guardias, quejándose por el polvo que se estaba acumulando en los objetos por estar siempre en vitrinas sin ser tocadas ni manoseadas por gente día sí, día también.
«Si no te gusta, no vengas...»
Bufó, claramente molesta, e intentó pasar desapercibida mientras tomaba delicadamente del brazo a Juro, así no se detendrían hasta llegar a la siguiente sala y, por consecuencia, perder a ambas mujeres de vista lo más pronto posible.
Le mostró una sonrisa de oreja a oreja después de aquello y ambos se dirigieron a la otra sección del museo.
— Si no me equivoco estaba por... ¡Ahí!
—¡Vamos, va! —exclamó ella claramente emocionada por poder seguir con la visita.
Sin embargo, un par de personas no muy agradables para Eri se encontraban allí, justo en la recepción. Era la mujer energúmena de la entrada que había sido colada por los guardias, quejándose por el polvo que se estaba acumulando en los objetos por estar siempre en vitrinas sin ser tocadas ni manoseadas por gente día sí, día también.
«Si no te gusta, no vengas...»
Bufó, claramente molesta, e intentó pasar desapercibida mientras tomaba delicadamente del brazo a Juro, así no se detendrían hasta llegar a la siguiente sala y, por consecuencia, perder a ambas mujeres de vista lo más pronto posible.