17/10/2017, 18:59
—Un ninja medico podría proporcionarle a sus órganos la energía suficiente como para que funcionen sin colapsar al momento de administrarle el medicamento —El doctor observo con impaciencia a Keisuke mientras este terminaba de hablar—. Y bueno, pueden llevarla al hotel, donde la atenderá un médico cuyos contactos le consiguieron aquel puesto y que lleva tan poco tiempo aquí que no tendría ni idea de cómo tratar un caso de congelamiento o hipotermia… Igualmente esto no es un caso común y corriente…
El ambiente comenzaba a ponerse un poco tenso.
—En todo caso, ¿qué es lo mejor que podemos hacer? —pregunto el joven de cabellos blancos.
Antes de que aquel hombre con bigote de morsa pudiese responder, Keisuke se adelantó a ofrecer su ayuda.
—Muchacho… —suspiro, invocando paciencia—. Yo también pudiese cerrar sus heridas, pero no son prioridad, son cortaduras delgadas y de poca profundidad, ya las revise. Y mientras la chimenea se mantenga ardiendo su temperatura se mantendrá estable, cosa que no pasara si cometemos la temeridad de aplicar calor localizado a su cuerpo.
—Déjalo, chico, si no tenemos ninguna ayuda que ofrecer solo podemos sostenernos de lo que mi compañero diga —asevero el sujeto del parche en el ojo.
El joven de ojos grises se levantó y camino hasta apartarse del fuego de la chimenea. Su rostro se mostraba perlado por el sudor y su cabello sucio por el hollín, pero su expresión permanecía serena mientras miraba el helado cuerpo de aquella muchacha. Cierto era que el que falleciera no le preocupaba tanto, pues significaría que había llegado su hora, y nadie le quita a la muerte sus invitados. Pero por otra parte, se veía obligado a llevar hasta el final el deber que había adquirido al momento de encontrar aquel femenino cadáver entre las nieves, por lo que reunió coraje para tomar la decisión que hacía falta:
—Si usted procede con el intento de despertarle tendrá pocas posibilidades de sobrevivir, pero si no hacemos nada entonces podemos dar por seguro que morirá —señalo, con voz serena y clara—. Es una lástima; no tenemos a un ninja medico a nuestra disposición y como ninja mis habilidades son meramente combativas… Y aun así, algo tiene que hacerse… Así que proceda doctor; pase lo que pase me hare responsable por ello.
»¿Les parece bien a todos? —pregunto, mostrándose sumamente resuelto.
El ambiente comenzaba a ponerse un poco tenso.
—En todo caso, ¿qué es lo mejor que podemos hacer? —pregunto el joven de cabellos blancos.
Antes de que aquel hombre con bigote de morsa pudiese responder, Keisuke se adelantó a ofrecer su ayuda.
—Muchacho… —suspiro, invocando paciencia—. Yo también pudiese cerrar sus heridas, pero no son prioridad, son cortaduras delgadas y de poca profundidad, ya las revise. Y mientras la chimenea se mantenga ardiendo su temperatura se mantendrá estable, cosa que no pasara si cometemos la temeridad de aplicar calor localizado a su cuerpo.
—Déjalo, chico, si no tenemos ninguna ayuda que ofrecer solo podemos sostenernos de lo que mi compañero diga —asevero el sujeto del parche en el ojo.
El joven de ojos grises se levantó y camino hasta apartarse del fuego de la chimenea. Su rostro se mostraba perlado por el sudor y su cabello sucio por el hollín, pero su expresión permanecía serena mientras miraba el helado cuerpo de aquella muchacha. Cierto era que el que falleciera no le preocupaba tanto, pues significaría que había llegado su hora, y nadie le quita a la muerte sus invitados. Pero por otra parte, se veía obligado a llevar hasta el final el deber que había adquirido al momento de encontrar aquel femenino cadáver entre las nieves, por lo que reunió coraje para tomar la decisión que hacía falta:
—Si usted procede con el intento de despertarle tendrá pocas posibilidades de sobrevivir, pero si no hacemos nada entonces podemos dar por seguro que morirá —señalo, con voz serena y clara—. Es una lástima; no tenemos a un ninja medico a nuestra disposición y como ninja mis habilidades son meramente combativas… Y aun así, algo tiene que hacerse… Así que proceda doctor; pase lo que pase me hare responsable por ello.
»¿Les parece bien a todos? —pregunto, mostrándose sumamente resuelto.