17/10/2017, 20:06
(Última modificación: 17/10/2017, 20:08 por Inuzuka Nabi.)
Claro, se pone a suplicarme y yo pienso, entonces hacemos un poco de taijutsu y Ninjutsu de academia y a pastar a la via. Pero esquiva mi patada por los pelos de un calvo y da una palmada, y cuando me quiero dar cuenta me golpea el aire y salgo volando de espaldas.
El muy desgraciado va y me hace un mega ninjutsu de Fuuton a quemarropa cuando se había puesto a llorar porque nos hicieramos pupita. Clavé los pies en el suelo para detener la inercia que aquella mala pecora me había provocado y aún así tardé unos metros en frenarme completamente.
Cuando lo conseguí me puse a cuatro patas y el chakra hizo el resto, en un instante mis colmillos y mis uñas crecerian y se afilarian y mi miraba pasaría a ser como la de un depredador. Al contrario de lo que pudiese parecer seguía siendo totalmente consciente de que no podía ir a lo loco contra él, si lo hacia igual lo mataba.
Pero no por ello iba a ir a lo fácil, hice el sello del carnero con una mano y en una milesima de segundo me plantearía ante él, intentaría agarrarle un brazo clavandole mis nuevas garras sin querer evitarlo y lo separaría de su otro brazo para evitar más técnicas a bocajarro. Tanto si lo conseguía como si no buscaría asestarle un buen rodillazo al pecho.
El muy desgraciado va y me hace un mega ninjutsu de Fuuton a quemarropa cuando se había puesto a llorar porque nos hicieramos pupita. Clavé los pies en el suelo para detener la inercia que aquella mala pecora me había provocado y aún así tardé unos metros en frenarme completamente.
Cuando lo conseguí me puse a cuatro patas y el chakra hizo el resto, en un instante mis colmillos y mis uñas crecerian y se afilarian y mi miraba pasaría a ser como la de un depredador. Al contrario de lo que pudiese parecer seguía siendo totalmente consciente de que no podía ir a lo loco contra él, si lo hacia igual lo mataba.
Pero no por ello iba a ir a lo fácil, hice el sello del carnero con una mano y en una milesima de segundo me plantearía ante él, intentaría agarrarle un brazo clavandole mis nuevas garras sin querer evitarlo y lo separaría de su otro brazo para evitar más técnicas a bocajarro. Tanto si lo conseguía como si no buscaría asestarle un buen rodillazo al pecho.
—Nabi—