24/10/2017, 10:10
No había entendido bien lo que acababa de decir el chico, así que solo levantó la cabeza un poco, por si lo volvía a repetir mientras él se deleitaba con el sabor a cerámica del plato ya limpio que antes había estado cubierto de chocolate. Por suerte la dueña del lugar no estaba mirando.
— ¿Es por qué has pisado a Stuffy o algo así? Porque creo que era la pata de la mesa, sino ya se hubiera quejado.
Algo se encendió en su interior, claro, ¡era por la disculpa!
—No, no, no es eso... —alegó mientras posaba sus ojos azules sobre Stuffy y lo acariciaba lentamente, agachándose un poco para disfrutar de su suave pelaje —. Quizá he dicho cosas que te han molestado y... Creo que no estoy siendo justa contigo, Nabi-san —se sinceró la joven sin todavía mirarle —. Has vuelto hoy y te he dicho cosas horribles... Por eso... Lo siento.
Dejó de acariciar el pelaje oscuro del can para volver a poner la cabeza cabizbaja mirando con interés la mesa blanca que tenía delante, lo mejor siempre había sido ser sincera, pero muchas veces era difícil serlo.
— ¿Es por qué has pisado a Stuffy o algo así? Porque creo que era la pata de la mesa, sino ya se hubiera quejado.
Algo se encendió en su interior, claro, ¡era por la disculpa!
—No, no, no es eso... —alegó mientras posaba sus ojos azules sobre Stuffy y lo acariciaba lentamente, agachándose un poco para disfrutar de su suave pelaje —. Quizá he dicho cosas que te han molestado y... Creo que no estoy siendo justa contigo, Nabi-san —se sinceró la joven sin todavía mirarle —. Has vuelto hoy y te he dicho cosas horribles... Por eso... Lo siento.
Dejó de acariciar el pelaje oscuro del can para volver a poner la cabeza cabizbaja mirando con interés la mesa blanca que tenía delante, lo mejor siempre había sido ser sincera, pero muchas veces era difícil serlo.