Tras leer el pergamino de la misión, y darse cuenta de que en ésta ocasión no parecía irse de manos, la chica pareció respirar aliviada. Y es que no era para menos. Tras ello, comenzó a correr a trote hacia la biblioteca pública.
La distancia hasta el edificio no era una cosa del otro mundo, y tampoco daba opción a perderse en el camino. La mayoría de los Kusareños habían ido alguna que otra vez, pues es de los mejores lugares para ponerse al día con los estudios de la academia. A casi cualquier hora frecuentaban los alumnos de segundo y tercer curso de la academia, así como profesores. No era de extrañar que se encontrase con alguno de éstos a lo largo del día.
Tras abrir las puertas duales de ese emblemático y antiguo edificio, la chica pudo divisar un gran escritorio justo frente a ella, donde obviamente se encontraba la encargada. Ésta era una mujer de unos cuarenta y tantos años, quizás cincuenta y pocos. De porte elegante y distinguida, tez pálida y ojos finos. Sus orbes, apenas relucientes, desentonaban un lindo color verde, que contrastaban con el rojo de sus labios. Dos aretes de esmeralda en cada lóbulo, y una cabellera blanca y larga, recogida en un moño alto. Vestía un traje verde, de numerosos detalles violáceos. No llevaba mas joyería que los pendientes, ni mas complementos que una gafas finas, casi tan finas que parecían hechas para sus ojos.
Detrás de la mujer, la sala se extendía en una vasta planta baja, que se dividía en 7 pasillos por medio de 6 hileras de estanterías. A mitad de esas hileras había un espacio vacío, que había sido amueblado con una decena de grandes mesas y numerosas sillas de madera. A ambos lados de éste pequeño descansillo, unas escaleras de caracol, que daban a una segunda planta de dimensiones y estructura similar. La única diferencia, era que en esa planta no había recepción, y que en su lugar había una sala privada al público. Una puerta que ponía "solo personal autorizado" era la barrera física para ello. En el habitáculo solo había una entrada, la utilizada por la chica, y la mayoría de la luz que se adentraba en el sitio era por medio de unos enormes ventanales que se sucedían a lo largo de las paredes del edificio. Antes que la luminosidad, lo que destacaba era el total y completo silencio. Un silencio sepulcral.
La chica le entregó la nota a la mujer, y con ella el pergamino. Ésta no soltó palabra alguna, tomó tan solo la nota, y comenzó a leerla. Tras unos segundos, la mujer devolvió la nota, y tomó el pergamino. Puso el pergamino mas cerca de ella, pero no llegó a abrirlo, simplemente lo dejó entre dos columnas de libros que tenía a su vera.
Sin sonrisa alguna, pero tampoco de mala manera, la mujer tomó un papel y un bolígrafo, y pareció pasar tres pueblos de la chica. Tras un instante de silencio, un posiblemente incómodo silencio, la mujer terminó de escribir. Con parsimonia, le cedió el papel a la chica, deslizándolo por la mesa como bien había hecho con el anterior papel.
» Bienvenida a la blibliotéca. Yo soy Otoshino Mikasa, y lamento no darle la bienvenida con palabras, pero tengo la garganta destrozada. No puedo hablar, estoy totalmente afónica, a causa de requerir silencio ayer a la tarde. Agradezco tu ayuda. «
La mujer hizo un gesto con la mano, como pidiendo a la chica que girase el papel. Ante todo, cabía destacar que su caligrafía era impresionante, ostentosa y a la vez simple, una auténtica belleza.
» Si puedes hacerme el favor, ve ordenando el carrito que tienes aquí. Es mejor que adelantes trabajo, porque cuando empiece a llenarse de gente, será mas complicado. «
La mujer señaló el carrito que había al lado diestro del escritorio, un carro que estaba hasta los topes de libros que la gente seguramente había ido entregando. La cosa no pintaba demasiado difícil, pues los libros tenían un título, y la biblioteca estaba dividida por carteles de temáticas, y a su misma vez por orden alfabético.
Para cuando la chica se pusiese con su primera labor, la mujer continuaría rellenando formularios de entrega, y clasificándolos en su escritorio. Entre todo ese desorden, parecía tener un orden impecable.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)