24/10/2017, 17:54
El chico casi muere por un ataque de tos cuando la chica le preguntó si sentía algo por ella. Casi parecía haberlo pillado por sorpresa, o simplemente le golpeó donde duele. Fuese como fuese, no dejó que este respondiera con un simple si o no, inquirió antes una serie de razones por la cuál no debería enamorarse de una chica como ella, creyendo justamente que ese tipo de cosas eran capaces de disgustarle. Sin embargo, su sorpresa fue que era justo lo contrario. El chico contra argumentó que curiosamente era justamente eso lo que le había gustado de ella. Le gustaba que fuese engreída y presumida, se puso mas rojo que un tomate recordando qué tan salvaje era, le hizo etiqueta al que fuese vulgar, achacó su terqueza con carácter, e incluso a su olvidadiza memoria le hizo halago. Eso sí, a éste último adjetivo se le vino difícil.
«Mmm... vaya, pues si que le gusté...»
El Uchiha sin embargo no lo dejó todo ahí, si no que intentó explicar el porqué su capacidad de olvido era buena. Afirmó que ella había dicho cierta frase. El joven le había dicho muchas verdades, no parecía que mintiese en ningún momento, pero llegó un punto en que su verdad parecía cojear. Éste fue justo el punto. Las palabras que según él salieron de la chica, para nada parecían algo que ella hubiese podido decir. Ya sabía de su propia memoria, para nada desearía poder olvidar por un estúpido encuentro... de eso estaba mas que segura.
No puso mala cara ni nada, al menos por el momento. Se limitó a alzar la ceja, dando a entender que dudaba de ello. Entre tanto, Datsue inquirió que no lanzaba ninguna indirecta, que tan solo se limitaba a informarla de los hechos mas recientes.
—Vaya... todo un caballero. —respondió con cierto tintineo.
Volvió a tomar la jarra de refresco, y le propinó otro trago. En ésta ocasión su mueca quizás se desentonase un poco menos, aunque tampoco es que le importase. Sabía a rayos, a rayos mezclados con mierda de perro, como mínimo. Por un segundo le pasó por la cabeza lanzarle la jarra al mesero en la cabeza, pero seguramente eso no fuese una buena idea. Le daba a ella la sensación, vamos.
Dejó de nuevo la jarra, y la apartó un poco. Con descaro, quizás no volvía a tomar de ella. —Bueno, Datsue. Entonces... ¿qué estábamos buscando en esas pirámides? Pregunte a quien pregunte, nadie sabe ni donde están, ni como llegar, ni qué hay dentro... es casi como preguntar en vano, por mas que pregunte.
Con todas las de la ley, cambió el tema de conversación.
«Mmm... vaya, pues si que le gusté...»
El Uchiha sin embargo no lo dejó todo ahí, si no que intentó explicar el porqué su capacidad de olvido era buena. Afirmó que ella había dicho cierta frase. El joven le había dicho muchas verdades, no parecía que mintiese en ningún momento, pero llegó un punto en que su verdad parecía cojear. Éste fue justo el punto. Las palabras que según él salieron de la chica, para nada parecían algo que ella hubiese podido decir. Ya sabía de su propia memoria, para nada desearía poder olvidar por un estúpido encuentro... de eso estaba mas que segura.
No puso mala cara ni nada, al menos por el momento. Se limitó a alzar la ceja, dando a entender que dudaba de ello. Entre tanto, Datsue inquirió que no lanzaba ninguna indirecta, que tan solo se limitaba a informarla de los hechos mas recientes.
—Vaya... todo un caballero. —respondió con cierto tintineo.
Volvió a tomar la jarra de refresco, y le propinó otro trago. En ésta ocasión su mueca quizás se desentonase un poco menos, aunque tampoco es que le importase. Sabía a rayos, a rayos mezclados con mierda de perro, como mínimo. Por un segundo le pasó por la cabeza lanzarle la jarra al mesero en la cabeza, pero seguramente eso no fuese una buena idea. Le daba a ella la sensación, vamos.
Dejó de nuevo la jarra, y la apartó un poco. Con descaro, quizás no volvía a tomar de ella. —Bueno, Datsue. Entonces... ¿qué estábamos buscando en esas pirámides? Pregunte a quien pregunte, nadie sabe ni donde están, ni como llegar, ni qué hay dentro... es casi como preguntar en vano, por mas que pregunte.
Con todas las de la ley, cambió el tema de conversación.