26/10/2017, 17:02
El chico se atrevió a bromear con que la Aiko que él conocía no era tan vaga. Pero la chica no lo había dicho siquiera por vagueza, si no porque físicamente le era imposible trasladar toda esa comida, además del hecho de que se podía poner mala. Quizás la solución era comprar 1000 botes de pasta instantánea, puesto que agua y fuego ya iban a tener...
—Ésta es la Aiko 9.17... mucho mejor, hombre. —contestó a la broma, alzando el índice en pos de que le prestara atención al hecho.
Sin mas, el chico terminó aceptando ayudarla con lo de la comida. Pero, ella no iba a quedar sin hacer nada. Añadió a la lista de sus tareas apañar crema solar para 2, un saco de dormir para ella, una brújula, y de pronto comentó que lo mismo un cambio de prendas le vendría bien a la chica, inquiriendo que no era por él, puesto que a él parecía gustarle.
—Creo que olvidas mi capacidad de regeneración. No puedo enfermar por nada, los golpes de calor no me afectan... me regenero mas rápido de lo que tarda el sol en afectarme. —escupió a regañadientes. —Pero bueno, quizás no es la mejor indumentaria para meterse en una pirámide repleta de trampas, ahí te puedo dar la razón.
Y no olvidó pedir que fuese ella quien localizase a un guía. Eso por no hablar de la siguiente solicitud, que realmente era descabellada, al menos para cualquier otra persona. Unos caballos, o unos camellos. ¿Para qué quería drogas ahora ese chico?
—Veré lo que puedo hacer. —contestó, tampoco tenía porqué saber el chico de cuanto presupuesto disponía ella.
Al cabo de un instante, el chico se llevó las manos a la cara, y confesó que lo mataría. El chico había olvidado la fiesta de bienvenida que tenía preparada para un compañero de aldea, uno al cual no mencionó, quizás al que llamaba hermano. Según quiso hacer honra, no era un tipo que dejase a los amigos en un segundo plano. Todo debía posponerse al menos 13 días.
«En realidad, incluso me da tiempo a hablar con los altos cargos de Amegakure... quizás uno de ellos pueda ayudarme con eso del diario...»
La chica dejó caer un suspiro, e hizo una pequeña mueca. La verdad, no le terminaba de agradar eso, puesto que podía olvidar de nuevo lo de ir a las pirámides... pero bueno, tampoco podía obligar al chico a ir. Tendría que esperar. —Está bien, en 13 días nos vemos aquí mismo.
»Espero no morir mas veces antes de arreglar lo del diario... jajajaja.
—Ésta es la Aiko 9.17... mucho mejor, hombre. —contestó a la broma, alzando el índice en pos de que le prestara atención al hecho.
Sin mas, el chico terminó aceptando ayudarla con lo de la comida. Pero, ella no iba a quedar sin hacer nada. Añadió a la lista de sus tareas apañar crema solar para 2, un saco de dormir para ella, una brújula, y de pronto comentó que lo mismo un cambio de prendas le vendría bien a la chica, inquiriendo que no era por él, puesto que a él parecía gustarle.
—Creo que olvidas mi capacidad de regeneración. No puedo enfermar por nada, los golpes de calor no me afectan... me regenero mas rápido de lo que tarda el sol en afectarme. —escupió a regañadientes. —Pero bueno, quizás no es la mejor indumentaria para meterse en una pirámide repleta de trampas, ahí te puedo dar la razón.
Y no olvidó pedir que fuese ella quien localizase a un guía. Eso por no hablar de la siguiente solicitud, que realmente era descabellada, al menos para cualquier otra persona. Unos caballos, o unos camellos. ¿Para qué quería drogas ahora ese chico?
—Veré lo que puedo hacer. —contestó, tampoco tenía porqué saber el chico de cuanto presupuesto disponía ella.
Al cabo de un instante, el chico se llevó las manos a la cara, y confesó que lo mataría. El chico había olvidado la fiesta de bienvenida que tenía preparada para un compañero de aldea, uno al cual no mencionó, quizás al que llamaba hermano. Según quiso hacer honra, no era un tipo que dejase a los amigos en un segundo plano. Todo debía posponerse al menos 13 días.
«En realidad, incluso me da tiempo a hablar con los altos cargos de Amegakure... quizás uno de ellos pueda ayudarme con eso del diario...»
La chica dejó caer un suspiro, e hizo una pequeña mueca. La verdad, no le terminaba de agradar eso, puesto que podía olvidar de nuevo lo de ir a las pirámides... pero bueno, tampoco podía obligar al chico a ir. Tendría que esperar. —Está bien, en 13 días nos vemos aquí mismo.
»Espero no morir mas veces antes de arreglar lo del diario... jajajaja.