Me voy un momento y perdemos tres kages

[Inuzuka Nabi]

—Para tu información, mi primera misión oficial fue una misión muy digna. Tuve que rescatar a un pájaro herido a las afueras de la villa, ¡su dueño estaba tremendamente agradecido por mi acción!

Mis ojos se llenaron de admiración cuando Eri empezó a hablar del tema importante y no del perro que se dedicaba a ir de un lado a otro oliendo todo lo que parecía olisqueable.

— Hala, una misión que no es de limpiar retretes... ¡Y como primera misión! Se nota que tú lo vales, Eri-chan. A mi me daran cinco o seis de retretes antes de pasar a una misión de verdad. Y al final ¿qué pasó con el pajaro? ¿Se lo comió un perro?

Le volví a preguntar con mi mirada clavada en sus ojos azules, verla con una expresión de orgullo solo la hacía más mona. Y es que Eri era de lo más mono que te puedas encontrar en la villa, mientras otras tienen belleza sexual, la pelirroja tiene una belleza más profunda. Una hermosura cariñosa. Tambien alimentada por su personalidad o por su trato conmigo, o dios sepa qué. Así que mirarla era agradable, y pues yo la miraba.