30/10/2017, 15:08
Mientras la kunoichi trataba de recuperar el aliento, un niño pasó justo a su lado, no pareció verla, o simplemente la ignoró, pero en cualquier caso, la rubia le miró extrañada ya que se fue directamente al establo. «Tengo un mal presentimiento »pensó, suponiendo que aquellos dos hombres no lograrían verle antes de guardar el carromato.
Al ser parte de su trabajo, la pecosa se levantó y se dirigió hacia el establo.
El cliente y su amigo habían desaparecido casi literalmente, por lo que la chica procedería con precaución, haciendo el menor ruido posible hasta poder meterse al establo o al menos comprobar que nadie haría nada con la mercancía de Shin Fu.
«¿Será el que se encargará de los caballos? »se planteó en un intento por no eliminar las sospechas sobre aquel menor.
Al ser parte de su trabajo, la pecosa se levantó y se dirigió hacia el establo.
El cliente y su amigo habían desaparecido casi literalmente, por lo que la chica procedería con precaución, haciendo el menor ruido posible hasta poder meterse al establo o al menos comprobar que nadie haría nada con la mercancía de Shin Fu.
«¿Será el que se encargará de los caballos? »se planteó en un intento por no eliminar las sospechas sobre aquel menor.