6/11/2017, 22:59
Una vez en mi posición seguí vigilando de un lado a otro con total cautela, como sí mirase el panorama en espera de alguien, traté de no llamar la atención de las personas que se encontraban por ahí, ¿qué tan raro podía ser un chico esperando sólo frente a la entrada de un instituto?
Unos minutos más tarde la figura de un hombre alto y con un haori turquesa destacó en la cercanía de la puerta, su cabello peinado hacia atrás, el bigote y la perilla destacaban en su rostro; bingo! teníamos a la persona indicada, ahora necesitábamos el lugar...
Volteé a ver a Juro para ver sí se había percatado de la presencia del maestro, o no, afortunadamente el señor se había quedado en la entrada fumándose un cigarro, ¿cuánto tiempo duraría ahí? Caminé hacia el marionetista. —¿Quién le avisa a Akame, tú o yo?— Aunque le estaba hablando a él, mis orbes seguían fijos en el profesor para no perder ningún movimiento de su parte.
Unos minutos más tarde la figura de un hombre alto y con un haori turquesa destacó en la cercanía de la puerta, su cabello peinado hacia atrás, el bigote y la perilla destacaban en su rostro; bingo! teníamos a la persona indicada, ahora necesitábamos el lugar...
Volteé a ver a Juro para ver sí se había percatado de la presencia del maestro, o no, afortunadamente el señor se había quedado en la entrada fumándose un cigarro, ¿cuánto tiempo duraría ahí? Caminé hacia el marionetista. —¿Quién le avisa a Akame, tú o yo?— Aunque le estaba hablando a él, mis orbes seguían fijos en el profesor para no perder ningún movimiento de su parte.