9/11/2017, 02:07
— Te dejaría algo de mi ropa para vendarte, pero igual cogias un par de infecciones. Y tú tampoco lo has hecho mal, usar tan de seguido una técnica así de potente no ha sido moco de pavo.
Juro sonrió un poco, por lo bajo. Parecía que no tenía nada de cerebro — supuso que simplemente se comportaba así de forma graciosa — pero en el fondo, no parecía mala gente. El que se volviese un perro loco durante la pelea y tratase de desgarrar con sus super garras no le hacía mala persona.
— Gracias... — murmuró, satisfecho. Le sentaba mejor escuchar algo así de un rival al que consideraba fuerte, que de sus compañeros de aldea o de su hermana. Él no tenía porque habérselo dicho.
Y a algo se debía la extenuación que sentía, claro esta. Tenía razón: antes, no habría sido capaz de utilizar dos veces esa técnica tan seguida y sin descanso ni de broma. Estaba mejorando.
Dejando a un lado sus pensamientos, el perro alargó la lengua hacia el vomito. Tras eso, soltó un aullido estridente y cayó de lado, rígido, en el suelo. Juro miró con urgencia a Nabi, pero este estaba muy distraido, mirando hacia lo que fuese. Quizá había pasado una mosca zumbando.
— Nabi...— murmuró. Si no fuese por su palidez inicial, podría considerarse incluso de que se había puesto aún más pálido —. Tu perro...
Juro lo señaló, con la mano temblorosa. Podría haber gritado o haberse echado hacia un lado por el susto, pero le dolía demasiado el brazo como para tonterias.
¿Era incluso posible que un perro muriese por comer vomito? No era la primera vez que lo veía, y desde luego, el perro había sobrevivido.
Juro sonrió un poco, por lo bajo. Parecía que no tenía nada de cerebro — supuso que simplemente se comportaba así de forma graciosa — pero en el fondo, no parecía mala gente. El que se volviese un perro loco durante la pelea y tratase de desgarrar con sus super garras no le hacía mala persona.
— Gracias... — murmuró, satisfecho. Le sentaba mejor escuchar algo así de un rival al que consideraba fuerte, que de sus compañeros de aldea o de su hermana. Él no tenía porque habérselo dicho.
Y a algo se debía la extenuación que sentía, claro esta. Tenía razón: antes, no habría sido capaz de utilizar dos veces esa técnica tan seguida y sin descanso ni de broma. Estaba mejorando.
Dejando a un lado sus pensamientos, el perro alargó la lengua hacia el vomito. Tras eso, soltó un aullido estridente y cayó de lado, rígido, en el suelo. Juro miró con urgencia a Nabi, pero este estaba muy distraido, mirando hacia lo que fuese. Quizá había pasado una mosca zumbando.
— Nabi...— murmuró. Si no fuese por su palidez inicial, podría considerarse incluso de que se había puesto aún más pálido —. Tu perro...
Juro lo señaló, con la mano temblorosa. Podría haber gritado o haberse echado hacia un lado por el susto, pero le dolía demasiado el brazo como para tonterias.
¿Era incluso posible que un perro muriese por comer vomito? No era la primera vez que lo veía, y desde luego, el perro había sobrevivido.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60