14/11/2017, 17:35
Desde su posición en el techo, el Uchiha observó con cuidado cómo se desarrollaban los acontecimientos. Esbozó una media sonrisa cuando vio a Juro utilizar la vieja capa que llevaba en el hombro para, pegándose a una de las paredes del hueco de la escalera, camuflarse haciendo uso de un jutsu de academia muy útil. «Así que tienes tus recursos, Eikyu-san... No esperaba menos», pensó —complacido— el de Uzu.
El profesor pasó junto a ellos bajando las escaleras con paso acelerado y sin prestar demasiada atención. Al fin y al cabo —dedujo Akame— debía quedar poco para el comienzo de las clases y seguramente el tipo iba con prisa. Cuando desde su posición el uzujin perdió de vista a Rōshi, dispersó la fina capa de chakra que había concentrado en las plantas de sus pies y se dejó caer con una sencilla vuelta. Aterrizó de pie, justo al lado de Juro.
—Buen trabajo, Eikyu-san —susurró, consciente de que el kusajin le escucharía.
Entonces apareció Keisuke. Akame subió los pocos escalones que le separaban del amejin y luego le preguntó, sin dejar de mirar a un lado y otro del pasillo.
—¿Y bien? ¿Qué te ha dicho? ¿Sospecha algo?
El profesor pasó junto a ellos bajando las escaleras con paso acelerado y sin prestar demasiada atención. Al fin y al cabo —dedujo Akame— debía quedar poco para el comienzo de las clases y seguramente el tipo iba con prisa. Cuando desde su posición el uzujin perdió de vista a Rōshi, dispersó la fina capa de chakra que había concentrado en las plantas de sus pies y se dejó caer con una sencilla vuelta. Aterrizó de pie, justo al lado de Juro.
—Buen trabajo, Eikyu-san —susurró, consciente de que el kusajin le escucharía.
Entonces apareció Keisuke. Akame subió los pocos escalones que le separaban del amejin y luego le preguntó, sin dejar de mirar a un lado y otro del pasillo.
—¿Y bien? ¿Qué te ha dicho? ¿Sospecha algo?