14/11/2017, 23:27
Mis pies me llevaron rápidamente al inicio de los escalones y sin pensarlo dos veces descendí al patio central y me acomodé a un costado en donde el profesor no pudiera verme a esperar a que mi objetivo pasara de largo. Tras unos breves minutos Muten hizo acto de presencia en el piso inferior para dirigirse a quien sabe donde, el hecho fue que una vez se alejó lo suficiente volví a subir las escaleras.
Mi sorpresa fue aún mayor cuando di con la figura de los otros dos shinobis. "Vaya, son buenos siguiendo la pista, ¿será que estaban aquí y no los vi?" Sonreí tras ver al duo.
—Hasta los momentos no sospecha, me preguntó sí podía ayudarme en algo y le dije que buscaba a otro profesor y que luego me pareció verlo abajo, no dijo nada más por lo que asumo que lo aceptó sin inconvenientes.— Expliqué brevemente tras subir el resto de escalones hasta la segunda planta.
—Hubiera sido más fácil sí supiera que su despacho tenía su nombre...— Señalé el pasillo por el cual se encontraba la hilera de puertas. —Cuando abrió su oficina lo hizo con una llave, pero cuando salió nos vimos de frente y bueno no estoy seguro sí le puso cerrojo o no, quizá tengamos suerte.— Comenté cruzando los dedos para que el profesor haya tenido un desliz y poder entrar sin forzar la puerta.
"O quizás no..."
Mi sorpresa fue aún mayor cuando di con la figura de los otros dos shinobis. "Vaya, son buenos siguiendo la pista, ¿será que estaban aquí y no los vi?" Sonreí tras ver al duo.
—Hasta los momentos no sospecha, me preguntó sí podía ayudarme en algo y le dije que buscaba a otro profesor y que luego me pareció verlo abajo, no dijo nada más por lo que asumo que lo aceptó sin inconvenientes.— Expliqué brevemente tras subir el resto de escalones hasta la segunda planta.
—Hubiera sido más fácil sí supiera que su despacho tenía su nombre...— Señalé el pasillo por el cual se encontraba la hilera de puertas. —Cuando abrió su oficina lo hizo con una llave, pero cuando salió nos vimos de frente y bueno no estoy seguro sí le puso cerrojo o no, quizá tengamos suerte.— Comenté cruzando los dedos para que el profesor haya tenido un desliz y poder entrar sin forzar la puerta.
"O quizás no..."