15/11/2017, 18:42
Akame asintió con firmeza ante las palabras de su compañero amejin. De momento parecía que el plan no se había ido al garete, incluso aunque uno de ellos se había encontrado de frente con el objetivo. El siguiente paso estaba claro, y Keisuke reafirmó aquello; tenían vía libre para registrar el despacho. No sabían —a priori— cómo de grande podía ser la oficina del profesor, ni cuántos papeles, archivadores y demás tendrían que revisar. «Pero, si hay algo que pueda incriminar al objetivo o darnos una pista sobre su lío de faldas, es muy probable que esté en ese despacho. Muten Rōshi parece un tipo listo, de los que no guardarían esas cosas en casa, donde su mujer pueda encontrarlas...» Así pues, el Uchiha subió las escaleras junto a sus compañeros.
Se encontraban otra vez en el pasillo, igual de desierto que antes. Probablemente el resto de profesores también estaban camino a sus clases y demás, dada la hora. Akame echó un vistazo escaleras abajo.
—Yo puedo encargarme de la puerta, pero alguien debería vigilar fuera en caso de que el profesor aparezca por aquí... Por el motivo que sea.
Se encontraban otra vez en el pasillo, igual de desierto que antes. Probablemente el resto de profesores también estaban camino a sus clases y demás, dada la hora. Akame echó un vistazo escaleras abajo.
—Yo puedo encargarme de la puerta, pero alguien debería vigilar fuera en caso de que el profesor aparezca por aquí... Por el motivo que sea.