21/11/2017, 20:20
Y ahí me encontraba, viendo directamente a Aiko, ésta parecía considerar internamente sí darme, o no, la oportunidad de hablar con ella, pero llegados a este punto no me sorprendería sí nos mandaba a la mierda nuevamente, es por eso que me mantuve en silencio y expectante a lo que fuese a decir, no obstante, terminó accediendo a un intercambio de palabras.
Inspiré profundamente cuando noté que su presencia se aproximaba, lancé una mirada a Mogura que estaba a unos pocos metros, a la final le debía una... O quizá no, en un futuro definiría eso, más... ¿Cómo abordar el tema que quería?
—Esto... Verás...— Comenté dubitativo. —Es que no sé como lo vayas a tomar, ahora que no recuerdas nada...— Quizá estaba aprovechándome de la situación, pero la circunstancia se prestaba y había que aprovecharla, ¿no? —Verás... Desde que me comentaste sobre el tema de la inmortalidad y tu pequeño defecto de memoria, me he quedado intrigado sobre ello, ¿cómo lo haces? O ¿cómo ocurrió? ¿Podría ser yo inmortal?¿Podría buscar una solución a tu pérdida de recuerdos?— Suspiré y lo trate de decir de la mejor forma posible. —Esas son las preguntas que han rondado en mi cabeza desde hace tiempo ya... Y lo sé, suena bastante egoísta de mi parte...— Hice una breve pausa. —Y pues el punto es que ya habíamos hablado al respecto, dijiste que lo pensarías que te diera tiempo y pautamos que tendrías una respuesta después del torneo, una respuesta en sí me permitías conocer más sobre ese lado tan especial tuyo y tan desconocido...— Finalicé.
Me mantuve expectante nuevamente, pero no tardé en agregar. —Aunque ya no es un secreto el tema de la inmortalidad, y realmente no sé cuanto tiempo vaya pasar en que las personas más poderosas o más adineradas intenten negociar contigo o algo por el estilo... Por eso también me preguntaba si la Arashikage había contactado contigo para hablar al respecto... Después de todo podrías estar en cierto peligro.— Aquellas eran puras especulaciones, quizá le daba un poco más de drama al asunto, quizás no, pero después del espectaculo en el torneo estaba seguro que yo no era el único interesado en adquirir una habilidad como esa, o por lo menos crear una habilidad parecida sin el detalle de la memoria. —Y aunque no puedas fallecer, verte encerrada en un laboratorio en el cual te hagan ciento de pruebas por toda la eternidad sería una tortura perpetua para ti...— Y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba hablando más de la cuenta, por lo que terminé por silenciar mi voz de una vez por todas y dar paso a que el ruido del ambiente a nuestro alrededor reinase hasta que la pelirroja lo permitiese, o hasta que el entrometido de Manase lo hiciera, después de todo estaba seguro que estaba escuchando con suma atención todo lo que acababa de mencionar y solo esperaba que no fuera a arruinar la oportunidad que me acababa de dar.
Inspiré profundamente cuando noté que su presencia se aproximaba, lancé una mirada a Mogura que estaba a unos pocos metros, a la final le debía una... O quizá no, en un futuro definiría eso, más... ¿Cómo abordar el tema que quería?
—Esto... Verás...— Comenté dubitativo. —Es que no sé como lo vayas a tomar, ahora que no recuerdas nada...— Quizá estaba aprovechándome de la situación, pero la circunstancia se prestaba y había que aprovecharla, ¿no? —Verás... Desde que me comentaste sobre el tema de la inmortalidad y tu pequeño defecto de memoria, me he quedado intrigado sobre ello, ¿cómo lo haces? O ¿cómo ocurrió? ¿Podría ser yo inmortal?¿Podría buscar una solución a tu pérdida de recuerdos?— Suspiré y lo trate de decir de la mejor forma posible. —Esas son las preguntas que han rondado en mi cabeza desde hace tiempo ya... Y lo sé, suena bastante egoísta de mi parte...— Hice una breve pausa. —Y pues el punto es que ya habíamos hablado al respecto, dijiste que lo pensarías que te diera tiempo y pautamos que tendrías una respuesta después del torneo, una respuesta en sí me permitías conocer más sobre ese lado tan especial tuyo y tan desconocido...— Finalicé.
Me mantuve expectante nuevamente, pero no tardé en agregar. —Aunque ya no es un secreto el tema de la inmortalidad, y realmente no sé cuanto tiempo vaya pasar en que las personas más poderosas o más adineradas intenten negociar contigo o algo por el estilo... Por eso también me preguntaba si la Arashikage había contactado contigo para hablar al respecto... Después de todo podrías estar en cierto peligro.— Aquellas eran puras especulaciones, quizá le daba un poco más de drama al asunto, quizás no, pero después del espectaculo en el torneo estaba seguro que yo no era el único interesado en adquirir una habilidad como esa, o por lo menos crear una habilidad parecida sin el detalle de la memoria. —Y aunque no puedas fallecer, verte encerrada en un laboratorio en el cual te hagan ciento de pruebas por toda la eternidad sería una tortura perpetua para ti...— Y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba hablando más de la cuenta, por lo que terminé por silenciar mi voz de una vez por todas y dar paso a que el ruido del ambiente a nuestro alrededor reinase hasta que la pelirroja lo permitiese, o hasta que el entrometido de Manase lo hiciera, después de todo estaba seguro que estaba escuchando con suma atención todo lo que acababa de mencionar y solo esperaba que no fuera a arruinar la oportunidad que me acababa de dar.