22/11/2017, 00:50
Juro, en su puesto de vigilancia, pudo escuchar perfectamente retazos de una conversación. Eran tres jóvenes, y subían las escaleras. Calculó que no tardarían mucho en subir. No perdió ni un segundo, avanzó a paso rápido hasta la puerta del despacho del prestigioso profesor de historia y apoyó la espalda contra ella. Todo lo rápido que pudo, para evitar que los que subían le viesen hacer algo tan extraño.
Los pensamientos se le amontonaron. ¿Qué hacía? No tenía tiempo para avisarles y que salieran, les iban a pillar. Y ver a dos chicos en el despacho vacío del profesor era algo muy sospechoso, algo que reportarían. Si gritaba, todo el pasillo les escucharía.
« ¿Tiempo de sobra para avisar? ¡Y una mierda! » — pensó, ante la explicación de Akame anterior, que ahora se le hacía ridicula.
Por la rapidez y la tensión, el apoyarse en la puerta provocaría un golpe. No uno muy fuerte ni muy sonoro, pero algo lo suficiente notorio como para que Akame y Keisuke, si estaban atentos, escuchasen.
Si todo iba bien, para cuando los tres subieran y pasaran la esquina, le encontrarían apoyado contra la puerta del despacho del hombre que buscaban, en una posición para nada sospechosa, con una sonrisa para nada temblorosa.
« Tranquilo. Tranquilo. Todo depende de ti »
Esperaría unos segundos a que los jóvenes se decantase oficialmente por la puerta del que Juro ya sabía. Solo entonces — para no delatarse o parecer un cotilla que les hubiese escuchado — les hablaría.
— ¡Hola! ¿Estáis buscando a Muten-sensei? — preguntó, con toda la amabilidad de la que disponía, intentando que la voz no le traicionase —. Lo siento, pero no esta en su despacho. Ha bajado las escaleras hace un rato. Ha dicho que si alguien le necesitaba y era urgente, que baje a buscarle en lugar de esperarle aquí arriba, porque no sabe cuanto podría tardar.
Finalmente, Juro se encogió de hombros, en un claro gesto de "A mi no me culpes, lo ha dicho él". Lo que más le interesaba era que se largasen y que no se quedasen esperando ahí.
Habló en un tono de voz lo suficientemente alto como para que sus compañeros, al otro lado de la puerta — quizá más atentos tras el golpe anterior — le oyesen y se imaginasen la situación.
Aunque su voz apuntaba buenas maneras, era claro que su postura estaba muy cerrada. De hecho, Juro había decidido ponerse entre la puerta y cualquiera que intentase abrirla, siendo un obstáculo humano. Para entrar, tendrían que pasar por encima de él. Aunque no fuese muy dificil.
« Por favor, por favor. Si no consigo pararles, al menos que les de tiempo a esconderse »
Los pensamientos se le amontonaron. ¿Qué hacía? No tenía tiempo para avisarles y que salieran, les iban a pillar. Y ver a dos chicos en el despacho vacío del profesor era algo muy sospechoso, algo que reportarían. Si gritaba, todo el pasillo les escucharía.
« ¿Tiempo de sobra para avisar? ¡Y una mierda! » — pensó, ante la explicación de Akame anterior, que ahora se le hacía ridicula.
Por la rapidez y la tensión, el apoyarse en la puerta provocaría un golpe. No uno muy fuerte ni muy sonoro, pero algo lo suficiente notorio como para que Akame y Keisuke, si estaban atentos, escuchasen.
Si todo iba bien, para cuando los tres subieran y pasaran la esquina, le encontrarían apoyado contra la puerta del despacho del hombre que buscaban, en una posición para nada sospechosa, con una sonrisa para nada temblorosa.
« Tranquilo. Tranquilo. Todo depende de ti »
Esperaría unos segundos a que los jóvenes se decantase oficialmente por la puerta del que Juro ya sabía. Solo entonces — para no delatarse o parecer un cotilla que les hubiese escuchado — les hablaría.
— ¡Hola! ¿Estáis buscando a Muten-sensei? — preguntó, con toda la amabilidad de la que disponía, intentando que la voz no le traicionase —. Lo siento, pero no esta en su despacho. Ha bajado las escaleras hace un rato. Ha dicho que si alguien le necesitaba y era urgente, que baje a buscarle en lugar de esperarle aquí arriba, porque no sabe cuanto podría tardar.
Finalmente, Juro se encogió de hombros, en un claro gesto de "A mi no me culpes, lo ha dicho él". Lo que más le interesaba era que se largasen y que no se quedasen esperando ahí.
Habló en un tono de voz lo suficientemente alto como para que sus compañeros, al otro lado de la puerta — quizá más atentos tras el golpe anterior — le oyesen y se imaginasen la situación.
Aunque su voz apuntaba buenas maneras, era claro que su postura estaba muy cerrada. De hecho, Juro había decidido ponerse entre la puerta y cualquiera que intentase abrirla, siendo un obstáculo humano. Para entrar, tendrían que pasar por encima de él. Aunque no fuese muy dificil.
« Por favor, por favor. Si no consigo pararles, al menos que les de tiempo a esconderse »
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60