25/11/2017, 19:05
La actuación de Keisuke dejó mucho que desear —era evidente que el muchacho no se especializaba en suplantación y disfraz—, pero aun así la autoridad de la figura por la que se estaba haciendo pasar fue suficiente para que los muchachos asintieran con diligente educación.
—Sí, Muten-sensei.
—Sí, Muten-sensei.
—Sí, Muten-sensei.
Juro, por su parte, se marchó disculpándose por lo bajo y preocupado por que los estudiantes quisieran tomar algún tipo de represalia contra él. Nada más lejos de la realidad; el ninja de Kusa era tan anodino y poco carismático que probablemente los estudiantes se habían olvidado ya de él a los pocos momentos de perderle de vista.
Cuando Keisuke cerró la puerta, Akame volvió a su forma original con un "puf". Abrió la boca para recriminar a Keisuke su arriesgada estrategia —«¡podría simplemente haberse transformado en una estantería!»—, pero no tuvo tiempo. Antes de poder decir nada, el amejin le instó a que se marcharan para continuar el teatrillo. Carente de opciones, Akame asintió y se limitó a salir del despacho con la cabeza baja, sin querer cruzar la mirada con los tres estudiantes y caminando más apresuradamente de lo que le gustaría.
Mientras Akame y Keisuke —disfrazado de Muten Rōshi— recorrían el pasillo camino a las escaleras donde ya estaba Juro, el de Kusa pudo ver a una persona cruzando el patio en dirección a las escaleras de la planta baja. Parecía claro que su intención era subir a la segunda planta, y por su edad y vestimenta debía tratarse de un profesor. Akame y Keisuke todavía no le habían visto, pero Juro tenía unos segundos de ventaja para reaccionar.
—Sí, Muten-sensei.
—Sí, Muten-sensei.
—Sí, Muten-sensei.
Juro, por su parte, se marchó disculpándose por lo bajo y preocupado por que los estudiantes quisieran tomar algún tipo de represalia contra él. Nada más lejos de la realidad; el ninja de Kusa era tan anodino y poco carismático que probablemente los estudiantes se habían olvidado ya de él a los pocos momentos de perderle de vista.
Cuando Keisuke cerró la puerta, Akame volvió a su forma original con un "puf". Abrió la boca para recriminar a Keisuke su arriesgada estrategia —«¡podría simplemente haberse transformado en una estantería!»—, pero no tuvo tiempo. Antes de poder decir nada, el amejin le instó a que se marcharan para continuar el teatrillo. Carente de opciones, Akame asintió y se limitó a salir del despacho con la cabeza baja, sin querer cruzar la mirada con los tres estudiantes y caminando más apresuradamente de lo que le gustaría.
Mientras Akame y Keisuke —disfrazado de Muten Rōshi— recorrían el pasillo camino a las escaleras donde ya estaba Juro, el de Kusa pudo ver a una persona cruzando el patio en dirección a las escaleras de la planta baja. Parecía claro que su intención era subir a la segunda planta, y por su edad y vestimenta debía tratarse de un profesor. Akame y Keisuke todavía no le habían visto, pero Juro tenía unos segundos de ventaja para reaccionar.