Keisuke pareció contento con ese nuevo detalle, esa información revelada que había dado a la pelirroja algo con lo que trabajar. Bueno, quizás esa era la impresión que se había llevado, pero realmente la información era casi nula... Tras ello, respondió que no sabía nada mas, que no tenía ningún otro dato o nombre con el que ayudarla. Por otro lado, instó en ayudar a la chica preguntando al chunin si éste sabía acerca de lo mismo que ésta había preguntado. Lo hizo de forma natural, sin dilaciones, con toda la buena intención del mundo.
El áspero sonido de la voz del otro no fue menos contundente que su respuesta. Éste, en vez de tratar la pregunta, trató al sujeto que la ejecutaba. No dio repuesta afirmativa o negativa, simplemente se dedicó a amenazar al otro genin de manera absurda y sin apenas fundamento. Quería que éste le tratase de la manera en que se trata a un superior, o mejor dicho, a alguien a quien se respeta. Pero, al tipo le faltaba mucho para hacerse de respetar...
Por mucho que lo exigiese.
Mogura le desvió la mirada a la chica por un instante, y permaneció en silencio. Casi pareció buscar su aprobación por un instante, o simplemente quería que ésta se mantuviese al margen, a saber. Sin vacilar un instante, y con su característica seriedad el tipo le devolvió la mirada a Keisuke. Casi parecía esperar una respuesta de éste.
Los nudillos de la chica crujieron de golpe, la chica cerraba sus puños con fuerza. —Gracias por intentar ayudar, Keisuke. —sentenció, cortando su oportunidad de contestar al otro.
Tras ello, la chica pareció relajar los músculos, y elevó la mirada al cielo para soltar un suspiro. Por un leve instante, apenas segundos, la lluvia cayó firme sobre su rostro de manera directa. Ésta no se quejó, ni hizo mueca alguna, apenas le molestaba. De pronto, con la ayuda de un sello a una mano claramente disimulado, la chica pareció desaparecer.
Al segundo, Mogura la tenía a apenas un palmo de él. Ésta, con su mirada hincada plenamente en sus orbes, tomó de un jalón el cuello de su camiseta, y tiró hacia sí misma en un gesto realmente serio y amenazante. La chica quizás se jugaba el físico, pero posiblemente le importase un bledo.
—Me importa una mierda que quieras o no ayudarme. —escupió sin dilaciones. —Pero me hierve la sangre ver que un tipo que al parecer recién ha ascendido, se tome su nuevo rango para venganzas personales. Si todos tomasen tu ejemplo, nuestra sociedad se vería hundida en la miseria.
Su ceño fruncido aclaraba que ella si que hablaba en serio, que no bromeaba. Acercó su rostro hasta el suyo hasta que casi podía oler qué había comido. —¡Un auténtico líder no tiene que recurrir a amenazas para ganarse el respeto de los subordinados, se lo curra día a día hasta obtenerlo!
Y lejos de llevar el asunto a mas, desvió la mirada de éste, y tras ello soltaría el jalón. Dejó caer otro suspiro, y se dio media vuelta. Llevó su mirada de reojo al chunin, aunque había terminado su reprimenda, sentía que faltaba una cosa mas por zanjar.
—Gracias por nada, señor Chunin. —sentenció su actuación, y comenzaría a andar en pos de ir a casa.
Si, ya había sido suficiente. Quizás su mejor carta era encerrarse en casa, y vivir como siempre había hecho, en la mas perpetua soledad... trabajando por que nadie la recordase.
El áspero sonido de la voz del otro no fue menos contundente que su respuesta. Éste, en vez de tratar la pregunta, trató al sujeto que la ejecutaba. No dio repuesta afirmativa o negativa, simplemente se dedicó a amenazar al otro genin de manera absurda y sin apenas fundamento. Quería que éste le tratase de la manera en que se trata a un superior, o mejor dicho, a alguien a quien se respeta. Pero, al tipo le faltaba mucho para hacerse de respetar...
Por mucho que lo exigiese.
Mogura le desvió la mirada a la chica por un instante, y permaneció en silencio. Casi pareció buscar su aprobación por un instante, o simplemente quería que ésta se mantuviese al margen, a saber. Sin vacilar un instante, y con su característica seriedad el tipo le devolvió la mirada a Keisuke. Casi parecía esperar una respuesta de éste.
Los nudillos de la chica crujieron de golpe, la chica cerraba sus puños con fuerza. —Gracias por intentar ayudar, Keisuke. —sentenció, cortando su oportunidad de contestar al otro.
Tras ello, la chica pareció relajar los músculos, y elevó la mirada al cielo para soltar un suspiro. Por un leve instante, apenas segundos, la lluvia cayó firme sobre su rostro de manera directa. Ésta no se quejó, ni hizo mueca alguna, apenas le molestaba. De pronto, con la ayuda de un sello a una mano claramente disimulado, la chica pareció desaparecer.
Al segundo, Mogura la tenía a apenas un palmo de él. Ésta, con su mirada hincada plenamente en sus orbes, tomó de un jalón el cuello de su camiseta, y tiró hacia sí misma en un gesto realmente serio y amenazante. La chica quizás se jugaba el físico, pero posiblemente le importase un bledo.
—Me importa una mierda que quieras o no ayudarme. —escupió sin dilaciones. —Pero me hierve la sangre ver que un tipo que al parecer recién ha ascendido, se tome su nuevo rango para venganzas personales. Si todos tomasen tu ejemplo, nuestra sociedad se vería hundida en la miseria.
Su ceño fruncido aclaraba que ella si que hablaba en serio, que no bromeaba. Acercó su rostro hasta el suyo hasta que casi podía oler qué había comido. —¡Un auténtico líder no tiene que recurrir a amenazas para ganarse el respeto de los subordinados, se lo curra día a día hasta obtenerlo!
Y lejos de llevar el asunto a mas, desvió la mirada de éste, y tras ello soltaría el jalón. Dejó caer otro suspiro, y se dio media vuelta. Llevó su mirada de reojo al chunin, aunque había terminado su reprimenda, sentía que faltaba una cosa mas por zanjar.
—Gracias por nada, señor Chunin. —sentenció su actuación, y comenzaría a andar en pos de ir a casa.
Si, ya había sido suficiente. Quizás su mejor carta era encerrarse en casa, y vivir como siempre había hecho, en la mas perpetua soledad... trabajando por que nadie la recordase.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)