27/11/2017, 19:35
—Oh, no se preocupe, no hace falta —le dijo esbozando una cordial sonrisa y dedicándole una rápida reverencia a modo de agradecimiento.
Con algo de suerte aquello era suficiente para lograr que la mujer se quedase en su sitio y consiguiese así algo de privacidad. ¿Privacidad dije? Más bien quería mantenerse alejada de la comida y de cualquier tipo de servicio que aquellos que vivían allí pudieran ofrecerle.
Sin más preámbulos, la pecosa se dirigió hacia la escalera tal y como le habían indicado y directo a la primera puerta que hallase a su izquierda. Eso sí, tocaría antes de entrar, no sea cosa que hubiese alguna otra persona que no hayan tenido la gracia de conocer.
Con algo de suerte aquello era suficiente para lograr que la mujer se quedase en su sitio y consiguiese así algo de privacidad. ¿Privacidad dije? Más bien quería mantenerse alejada de la comida y de cualquier tipo de servicio que aquellos que vivían allí pudieran ofrecerle.
Sin más preámbulos, la pecosa se dirigió hacia la escalera tal y como le habían indicado y directo a la primera puerta que hallase a su izquierda. Eso sí, tocaría antes de entrar, no sea cosa que hubiese alguna otra persona que no hayan tenido la gracia de conocer.