28/11/2017, 22:58
No terminaba de fiarme de Mirogata. La verdad es que no solía fiarme de las personas a las que acababa de conocer, pero menos aún de una persona que era claramente sospechosa en un caso.
Tenía varias opciones, que al final se reducían a una sola. Podía vigilar a la pareja desde lejos, en un punto en el que pudiera escucharlos, para que Mirogata se olvidara de mí y hablara como si nadie le vigilara, el problema de eso es que él si sabía que yo le vigilaba. Así que opte por la opción más simple, pero más segura. Lo mejor era no perderle de vista.
Lo primero que hice fue ordenar a Kiara que vigilara el restaurante y a Yogaru, por si acaso el culpable volvía a la escena del crimen. A Yoru le ordene que viniera conmigo, y que vigilara los alrededores del sitio donde Mirogata y Naoki habían quedado. Sobre todo, le ordene que estuviera pendiente por si aparecía cerca el hombre de la nariz torcida. Tal vez no era nadie importante, pero si Yoru decía que el tipo era sospechoso, tenía que darle una oportunidad.
Seguí a Mirogata a una distancia prudencial para no perderle de vista y a la vez, para que no pareciera que íbamos juntos. El sitio estaba en la otra punta. Bien lejos del restaurante de Yogaru. Había hecho bien en dejar a Kira allí vigilando. Por otro lado, el sitio también estaba abarrotado de gente, sin embargo el sitio en el que Mirogata había quedado, todavía tenía mesas libres. Él se sentó en una de las que estaba libres y yo me sentaría en la más cercana que estuviera libre, y que me permitiese ver a ambos y escucharles, también pediría algo para comer, preferiblemente que llevara maíz, y algo para beber.
Solo tenía que hacerme pasar por un cliente más, Naoki no me conocía de nada, y en caso de conocerme de algo, era muy difícil que pudiera relacionarme de alguna manera con Mirogata. La mejor forma de que algo pase desapercibido es ponerlo a la vista de todos. Y a la vista de Naoki, yo no tenía por qué ser nada más que un cliente del establecimiento. No era el plan perfecto ni de lejos. Pero el plan más óptimo.
Tenía varias opciones, que al final se reducían a una sola. Podía vigilar a la pareja desde lejos, en un punto en el que pudiera escucharlos, para que Mirogata se olvidara de mí y hablara como si nadie le vigilara, el problema de eso es que él si sabía que yo le vigilaba. Así que opte por la opción más simple, pero más segura. Lo mejor era no perderle de vista.
Lo primero que hice fue ordenar a Kiara que vigilara el restaurante y a Yogaru, por si acaso el culpable volvía a la escena del crimen. A Yoru le ordene que viniera conmigo, y que vigilara los alrededores del sitio donde Mirogata y Naoki habían quedado. Sobre todo, le ordene que estuviera pendiente por si aparecía cerca el hombre de la nariz torcida. Tal vez no era nadie importante, pero si Yoru decía que el tipo era sospechoso, tenía que darle una oportunidad.
Seguí a Mirogata a una distancia prudencial para no perderle de vista y a la vez, para que no pareciera que íbamos juntos. El sitio estaba en la otra punta. Bien lejos del restaurante de Yogaru. Había hecho bien en dejar a Kira allí vigilando. Por otro lado, el sitio también estaba abarrotado de gente, sin embargo el sitio en el que Mirogata había quedado, todavía tenía mesas libres. Él se sentó en una de las que estaba libres y yo me sentaría en la más cercana que estuviera libre, y que me permitiese ver a ambos y escucharles, también pediría algo para comer, preferiblemente que llevara maíz, y algo para beber.
Solo tenía que hacerme pasar por un cliente más, Naoki no me conocía de nada, y en caso de conocerme de algo, era muy difícil que pudiera relacionarme de alguna manera con Mirogata. La mejor forma de que algo pase desapercibido es ponerlo a la vista de todos. Y a la vista de Naoki, yo no tenía por qué ser nada más que un cliente del establecimiento. No era el plan perfecto ni de lejos. Pero el plan más óptimo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)