3/12/2017, 16:50
El rostro del pelopaja que no se había quitado la expresión tensa y ansiosa desde que habían entrado a la estancia relajó un poco los músculos al ver la reacción de Mogura, tan decidido y eficiente como un medico de verdad. A pesar de que solo era un genin del montón ahora mismo, seguro que llegaría muy lejos si conseguía no enfadar demasiado a otra gente más poderosa y menos paciente que él, que de ese tipo de persona, Onindo está llenita.
El hombre asintió poniendose en marcha de inmediato a traerles unos cuencos con agua y algunas toallas que usaban para bajar la fiebre a los enfermos para que dipositase el veneno extraido. Se lo colocó al lado y se apartó para no molestar, observando la escena desde una distancia prudencial.
Sobre esa especie de cama, el enfermo ni se inmutó cuando Keisuke le practicó una incisión con el bisturí de chakra, eso no quita que respirase con dificultad y en sus ojos se reflejaba una ausencia como si mirase a la nada o la nada le mirase a él. Por otro lado, la tal Aki tenía la mirada clavada en Mogura, que parecía ser el único del lugar que podría salvar a su compañero, ya que el otro genin había dejado claro que él no sabía la técnica. Esperaba alguna señal para detener las manchas de veneno.
Todos se habían olvidado de Karamaru, y Karamaru parecía haberse olvidado de ellos, porque no estaba tras la cortina, tal vez se hubiese quedando congelado del shock o solo se sentía más útil en otra parte.
El hombre asintió poniendose en marcha de inmediato a traerles unos cuencos con agua y algunas toallas que usaban para bajar la fiebre a los enfermos para que dipositase el veneno extraido. Se lo colocó al lado y se apartó para no molestar, observando la escena desde una distancia prudencial.
Sobre esa especie de cama, el enfermo ni se inmutó cuando Keisuke le practicó una incisión con el bisturí de chakra, eso no quita que respirase con dificultad y en sus ojos se reflejaba una ausencia como si mirase a la nada o la nada le mirase a él. Por otro lado, la tal Aki tenía la mirada clavada en Mogura, que parecía ser el único del lugar que podría salvar a su compañero, ya que el otro genin había dejado claro que él no sabía la técnica. Esperaba alguna señal para detener las manchas de veneno.
Todos se habían olvidado de Karamaru, y Karamaru parecía haberse olvidado de ellos, porque no estaba tras la cortina, tal vez se hubiese quedando congelado del shock o solo se sentía más útil en otra parte.