6/12/2017, 13:40
La joven de naranjas cabellos sonrió ante el comentario de Juro, y tomando su mano tiró de él hacia el lugar donde muchas personas se habían improvisado una pista de baile para bailar al son de la música que se escuchaba aún débil. Eri sonrió a Juro y en respuesta levantó su vaso de refresco, alegando con aquel gesto que se lo pasase bien.
—Yo soy Rinna, un placer, Juro —se presentaba la joven una vez se posicionaron en la pista de baile —. He estado esperando que alguien se pusiese esta armadura mucho tiempo, ¡así podría bailar con el que la tuviese a juego conmigo! —exclamó, orgullosa, mientras posaba una mano en el hombro del genin y esperaba a que él la tomase de la otra —Y, por suerte, has sido tú, creo que es el destino...
Eri, por su parte, se había vuelto a acomodar en el lugar donde estaba y disfrutaba de la bebida que tanto le gustaba, hasta que un chico con unas pintas un tanto extravagantes se le acercó y le pidió bailar con un acento extraño y una frase aún más.
—Claro —mencionó ella, apurando su bebida y dejándola sobre la barra —. Pero me puedes llamar Eri —alegó guiñándole un ojo y acercándose a él, tomándole del brazo —. Espero que sepas bailar, porque yo soy un desastre...
—Yo soy Rinna, un placer, Juro —se presentaba la joven una vez se posicionaron en la pista de baile —. He estado esperando que alguien se pusiese esta armadura mucho tiempo, ¡así podría bailar con el que la tuviese a juego conmigo! —exclamó, orgullosa, mientras posaba una mano en el hombro del genin y esperaba a que él la tomase de la otra —Y, por suerte, has sido tú, creo que es el destino...
Eri, por su parte, se había vuelto a acomodar en el lugar donde estaba y disfrutaba de la bebida que tanto le gustaba, hasta que un chico con unas pintas un tanto extravagantes se le acercó y le pidió bailar con un acento extraño y una frase aún más.
—Claro —mencionó ella, apurando su bebida y dejándola sobre la barra —. Pero me puedes llamar Eri —alegó guiñándole un ojo y acercándose a él, tomándole del brazo —. Espero que sepas bailar, porque yo soy un desastre...