9/12/2017, 21:40
«No era para tanto la reacción de esa estúpida vieja ¿Era realmente necesario echarme de esa manera?» se dijo la kunoichi en pensamientos mientras apuraba el paso para llegar Lo más pronto posible al local del anciano. La rubia no entendía que tipo de problema psicológico tendría aquella señora para reaccionar de aquella manera, no había nada que la excuse.
Resopló pesadamente cuando al llegar nuevamente al local de Dandan Ryū vio el cartel de "CERRADO". No había forma de que el día fuera más hacia atrás, o eso creía la kunoichi, cosa que estaba casi por empeorar. La chica movió el cartel encontrando debajo otro mas con los horarios de atención «Pero entonces debería estar abierto ¿Que sucede aquí?» Buscando una respuesta a esta nueva interrogante, intentó ver a través de la ventana y lo que se veía no era nada alentador: Un delantal de trabajo tirado en el suelo, al igual que el perchero.
«Le voy a dar una lección a ese tipo» recordó las palabras de la vieja, no necesitaba muchas mas pistas, abrió la puerta (en caso de no estar abierta la forzaria) -¡¡Dandan Ryū-dono!!- llamó con premura al dueño, realmente preocupada por lo que le había sucedido, también buscó a su ayudante, quien seguramente tampoco será abría librado de la maliciosa mujer joyera.
Resopló pesadamente cuando al llegar nuevamente al local de Dandan Ryū vio el cartel de "CERRADO". No había forma de que el día fuera más hacia atrás, o eso creía la kunoichi, cosa que estaba casi por empeorar. La chica movió el cartel encontrando debajo otro mas con los horarios de atención «Pero entonces debería estar abierto ¿Que sucede aquí?» Buscando una respuesta a esta nueva interrogante, intentó ver a través de la ventana y lo que se veía no era nada alentador: Un delantal de trabajo tirado en el suelo, al igual que el perchero.
«Le voy a dar una lección a ese tipo» recordó las palabras de la vieja, no necesitaba muchas mas pistas, abrió la puerta (en caso de no estar abierta la forzaria) -¡¡Dandan Ryū-dono!!- llamó con premura al dueño, realmente preocupada por lo que le había sucedido, también buscó a su ayudante, quien seguramente tampoco será abría librado de la maliciosa mujer joyera.
Hablo - Pienso - Telepatía