11/12/2017, 20:56
Taeko hizo un amago de perseguir al chico, pero por un instante se lo pensó mejor. De hecho, esa breve reflexión le permitió ver que el pelirrojo buscaba con su mirada una salida de escena fácil, pero en última instancia se arrepintió tal y como la chica había hecho. Soltó un suspiro, y se entregó a la mesa y su libro, dejándose caer sobre éstos cual tirador abatido sobre el campo de metralla.
La chica comenzaría a pasear por entre los alumnos, así como por la periferia de las mesas. De vez en cuando su mirada acudía a las escaleras, pero poco se podía ver desde esa planta. Por suerte o por desgracia, el silencio era casi absoluto. O bien las cosas iban muy bien arriba, o justo lo contrario.
En cierto momento, el pelirrojo, que parecía el mas aburrido y rebelde, llamó la atención de la chica alzando la mano a la par que buscaba a Taeko con la mirada. Había estado un rato intentando leer algo, y parecía tener una duda o algo similar.
—¡Eeeeeehhh vieja! —bramó, aunque tampoco excesivamente alto —¿Qué significa ésto?
Las maneras le podían, y ante esas formas sus compañeros empezaron a reír. No se armó demasiado barullo, pero en cierto modo, el chico parecía tan aburrido que cualquier excusa parecía servirle. Señalaba en el libro el carácter "cinco" referente a cuenta de objetos inanimados. Podía ser verdad, o tan solo algo con lo que gastar otra broma...
La chica comenzaría a pasear por entre los alumnos, así como por la periferia de las mesas. De vez en cuando su mirada acudía a las escaleras, pero poco se podía ver desde esa planta. Por suerte o por desgracia, el silencio era casi absoluto. O bien las cosas iban muy bien arriba, o justo lo contrario.
En cierto momento, el pelirrojo, que parecía el mas aburrido y rebelde, llamó la atención de la chica alzando la mano a la par que buscaba a Taeko con la mirada. Había estado un rato intentando leer algo, y parecía tener una duda o algo similar.
—¡Eeeeeehhh vieja! —bramó, aunque tampoco excesivamente alto —¿Qué significa ésto?
Las maneras le podían, y ante esas formas sus compañeros empezaron a reír. No se armó demasiado barullo, pero en cierto modo, el chico parecía tan aburrido que cualquier excusa parecía servirle. Señalaba en el libro el carácter "cinco" referente a cuenta de objetos inanimados. Podía ser verdad, o tan solo algo con lo que gastar otra broma...