11/12/2017, 23:05
¿Ahora que hacemos?
El calvo iba a dejar unos segundos para pensar su respuesta, pero por suerte Riko decidió seguir diciendo una palabras más.
«Esto era tu idea, tú deberías saber qué hacer» era la única respuesta en la que Karamaru podía pensar. Su compañero tenía razón, pegar las orejas a la puerta no parecía una buena opción y el cenobita no era ningún shinobi especializado en escuchas privadas de manera furtiva y en cubierto. Por lo que no se le ocurría otra manera de proseguir que siendo sincero con el peliblanco.
Pues, en realidad, andaba pensand...
¿¡CÓMO ANDAN COMPAÑEROS!?- una voz fuerte masculina sonó a sus espaldas, con el volumen necesario para ser escuchado por muchas personas. Al darse vuelta, los dos gennin podrían ver al rubio y a su compañera pelirroja.
¿Ya terminaron de comer? ¡Vaya! Eso si qué es tener hambre ¿No, Mae?- para quien no lo hubiera escuchado escuchado antes, Shinsen podría hablar con forzada y muy extraña amabilidad. Pero para Karamaru, la personalidad del rubio comenzaba a hacerse un poco costumbre.
Si.- respondió con voz seria.
Si quieren un consejo, de un humilde servidor, vayan a la cama pronto que mañana en su primer día completo y terminarán exhaustos. Mejor descansar antes y no perderse nada de nada, después de todo están aquí para ¡DISFRUTAR AL MÁXIMO! ¿No, Mae?
Esta vez el monje no pudo evitar mirar dubitativo, y la pelirroja prefirió no contestar por segunda vez. Si el peliblanco se decidía por decir nada, Karamaru comenzaría a caminar en dirección a su habitación que, a pesar de tanta amabilidad, le daba un poco de miedo contradecir las palabras del extraño Shinsen.
«Podremos ver a estos señores mañana, supongo. Será cuestión de paciencia»
El calvo iba a dejar unos segundos para pensar su respuesta, pero por suerte Riko decidió seguir diciendo una palabras más.
«Esto era tu idea, tú deberías saber qué hacer» era la única respuesta en la que Karamaru podía pensar. Su compañero tenía razón, pegar las orejas a la puerta no parecía una buena opción y el cenobita no era ningún shinobi especializado en escuchas privadas de manera furtiva y en cubierto. Por lo que no se le ocurría otra manera de proseguir que siendo sincero con el peliblanco.
Pues, en realidad, andaba pensand...
¿¡CÓMO ANDAN COMPAÑEROS!?- una voz fuerte masculina sonó a sus espaldas, con el volumen necesario para ser escuchado por muchas personas. Al darse vuelta, los dos gennin podrían ver al rubio y a su compañera pelirroja.
¿Ya terminaron de comer? ¡Vaya! Eso si qué es tener hambre ¿No, Mae?- para quien no lo hubiera escuchado escuchado antes, Shinsen podría hablar con forzada y muy extraña amabilidad. Pero para Karamaru, la personalidad del rubio comenzaba a hacerse un poco costumbre.
Si.- respondió con voz seria.
Si quieren un consejo, de un humilde servidor, vayan a la cama pronto que mañana en su primer día completo y terminarán exhaustos. Mejor descansar antes y no perderse nada de nada, después de todo están aquí para ¡DISFRUTAR AL MÁXIMO! ¿No, Mae?
Esta vez el monje no pudo evitar mirar dubitativo, y la pelirroja prefirió no contestar por segunda vez. Si el peliblanco se decidía por decir nada, Karamaru comenzaría a caminar en dirección a su habitación que, a pesar de tanta amabilidad, le daba un poco de miedo contradecir las palabras del extraño Shinsen.
«Podremos ver a estos señores mañana, supongo. Será cuestión de paciencia»
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘