12/12/2017, 01:08
Pocos segundos después de haber comentado el inicio del proceder, la kunoichi enlazó sus manos formando varios sellos y repentinamente la temperatura fue subiendo gradualmente, ciertamente las manchas de la piel del afectado se fuero enlenteciendo hasta el punto de no moverse en lo más mínimo. "Es el momento de la incisión" Me dije justo antes de que Mogura besara la piel del muchacho con el bisturí, sí estaba pensando mentalmente lo que iba a suceder antes de que sucediera, quería saber sí sabía teóricamente lo que había que hacer.
Karamaru apareció de la nada llamando la atención de todos, no volteé a verle porque podía escuchar lo que decía,
pero lancé una mirada fugaz para saber a lo que se refería, después de todo yo era el que podía permitirme eso,
no tenía que mantener una concentración imperturbable o algo por el estilo. —Sí pudiéramos extraer el veneno con una jeringa ya lo hubiéramos hecho.— Comenté. —Trata de no distraer a Mogura o a...— ¿Cómo se llamaba? Realmente no lo sabía... —Ella.— Agregué tras unos breves milisegundos en silencio.
Mis orbes se posaron nuevamente en la labor que hacía mi homologo, las burbujas de agua estéril entraban a su cuerpo y salían con varios restos de toxina, luego eran desechadas en uno de los cuencos que se habían pedido, y así sucesivamente se iba repitiendo la extracción del agente nocivo, pero... ¿cuánto tiempo tardaría todo el proceder? Mi boca estaba seca y mi garganta también, relamí mis labios para humedecerlos, sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que se volvieran a secar, mi piel sudaba a cantaron, podía sentir cada una de las gotas escurrirse por mi cuerpo, como mi cabello se pegaba a mi rostro, como me sentía incómodo tras cada segundo que pasaba.
¿Cuánto tiempo podría soportarlo? Ahora sabía lo que sufrían los pollos cuando estaban en un horno, sólo que ellos estaban muertos...
Karamaru apareció de la nada llamando la atención de todos, no volteé a verle porque podía escuchar lo que decía,
pero lancé una mirada fugaz para saber a lo que se refería, después de todo yo era el que podía permitirme eso,
no tenía que mantener una concentración imperturbable o algo por el estilo. —Sí pudiéramos extraer el veneno con una jeringa ya lo hubiéramos hecho.— Comenté. —Trata de no distraer a Mogura o a...— ¿Cómo se llamaba? Realmente no lo sabía... —Ella.— Agregué tras unos breves milisegundos en silencio.
Mis orbes se posaron nuevamente en la labor que hacía mi homologo, las burbujas de agua estéril entraban a su cuerpo y salían con varios restos de toxina, luego eran desechadas en uno de los cuencos que se habían pedido, y así sucesivamente se iba repitiendo la extracción del agente nocivo, pero... ¿cuánto tiempo tardaría todo el proceder? Mi boca estaba seca y mi garganta también, relamí mis labios para humedecerlos, sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que se volvieran a secar, mi piel sudaba a cantaron, podía sentir cada una de las gotas escurrirse por mi cuerpo, como mi cabello se pegaba a mi rostro, como me sentía incómodo tras cada segundo que pasaba.
¿Cuánto tiempo podría soportarlo? Ahora sabía lo que sufrían los pollos cuando estaban en un horno, sólo que ellos estaban muertos...