12/12/2017, 03:32
Ambos guías miraron serios a los chavales una vez les dieron la espalda y se alejaron. Quedaron varios segundos mirando la misma puerta que hace rato vigilaron los gennin, Shinsen con una mirada seria que solamente su compañera conocía.
Déjalo, ya veremos otro día. Todavía no sabemos que puede suceder.- y ambos recorrieron su camino hacia el piso superior, a la cocina, para pasar los últimos momentos del día ayudando a los recién ingresados huéspedes.
¿te parece que mañana quedemos en la sala común antes de bajar a desayunar?
¿Subir a desayunar?- rió el calvo- Parece que el sueño te anda afectando.
Si, no hay problema. Nos vemos mañana.
Karamaru se internó una vez más en su solitaria habitación de innecesarias cuatro camas, se sacó la ropa que llevaba encima excepto su pantalón y se tiró a la cama más cercana. Estuvo un rato largo dando vueltas sobre ella, alumbrado solamente por una tenue luz brindada por una antorcha junto a la puerta. La luz ya no entraba por la pequeña ventana en la pared y el misterio que rodeaba a esos dos hombres no se lo podía sacar de la cabeza.
Pero el cansancio en algún momento pudo con él, y lo próximo que podría hacer era abrir los ojos para recibir la luz solar matutina, ponerse nuevamente su vestimenta y dirigirse a la sala común del cuarto piso para cruzarse con el peliblanco. Podrían tener toda una mañana entretenida por delante pensando en cómo actuar contra los dos de la 89.
Déjalo, ya veremos otro día. Todavía no sabemos que puede suceder.- y ambos recorrieron su camino hacia el piso superior, a la cocina, para pasar los últimos momentos del día ayudando a los recién ingresados huéspedes.
¿te parece que mañana quedemos en la sala común antes de bajar a desayunar?
¿Subir a desayunar?- rió el calvo- Parece que el sueño te anda afectando.
Si, no hay problema. Nos vemos mañana.
Karamaru se internó una vez más en su solitaria habitación de innecesarias cuatro camas, se sacó la ropa que llevaba encima excepto su pantalón y se tiró a la cama más cercana. Estuvo un rato largo dando vueltas sobre ella, alumbrado solamente por una tenue luz brindada por una antorcha junto a la puerta. La luz ya no entraba por la pequeña ventana en la pared y el misterio que rodeaba a esos dos hombres no se lo podía sacar de la cabeza.
Pero el cansancio en algún momento pudo con él, y lo próximo que podría hacer era abrir los ojos para recibir la luz solar matutina, ponerse nuevamente su vestimenta y dirigirse a la sala común del cuarto piso para cruzarse con el peliblanco. Podrían tener toda una mañana entretenida por delante pensando en cómo actuar contra los dos de la 89.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘