12/12/2017, 11:23
El calvo aceptó la oferta de Riko por lo que quedaron en verse a la mañana siguiente en la sala común, y entonces se separaron, era momento de dormir, ya que como Karamaru había dicho, el sueño estaba comenzando a afectarle, los ojos se le iban cerrando poco a poco, no en vano había completado su viaje a aquel lugar ese mismo día, y estaba sumamente cansado.
«Mañana será otro día, y descubriremos qué es lo que esconden esos dos.»
Se tiró a la cama, llevando únicamente su ropa interior puesta, era como le gustaba dormir, y se metió debajo de la manta que proporcionaría calor aquella noche y, sin darse cuenta, se quedó dormido.
A la mañana siguiente se dirigió a la sala común donde ya le esperaba el amenio.
— ¡Buenos días Karamaru! — Saludó el peliblanco. — ¿Listo para un nuevo día?
«Mañana será otro día, y descubriremos qué es lo que esconden esos dos.»
Se tiró a la cama, llevando únicamente su ropa interior puesta, era como le gustaba dormir, y se metió debajo de la manta que proporcionaría calor aquella noche y, sin darse cuenta, se quedó dormido.
A la mañana siguiente se dirigió a la sala común donde ya le esperaba el amenio.
— ¡Buenos días Karamaru! — Saludó el peliblanco. — ¿Listo para un nuevo día?
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