15/12/2017, 19:29
Con algo de suerte Koko logró llegar hasta la parte baja de la casa sin que nadie la interceptara, ni la mujer, ni los dos hombres, ni siquiera Riko, nadie se cruzó en su camino y eso era algo excesivamente bueno, aunque al asomarse al comedor vio perfectamente como los dos se estaban embriagando y habían dejado sobre la mesa un plato, probablemente el que pensaron que ella usaría. «Ya comeré algo de lo que me traje »pensaba la kunoichi.
En eso, el shinobi que la había estado acompañando se le acercó y le hizo un par de gestos que… siendo sinceros, la rubia no había entendido, se notaba en su cara que fue así, pues había fruncido el ceño aunque no pronunció palabra.
Siguió al peli-blanco con la sola intención de preguntarle lo que se suponía que tenía que entender, pero al final ambos terminaron saliendo de la casa.
A su lado estaba su compañero sentado, ella prefirió acuclillarse allí mismo para asegurarse de que le escucharía.
—¿Qué pasa? —preguntó en voz baja, por si el asunto se suponía que era importante, claro.
En eso, el shinobi que la había estado acompañando se le acercó y le hizo un par de gestos que… siendo sinceros, la rubia no había entendido, se notaba en su cara que fue así, pues había fruncido el ceño aunque no pronunció palabra.
Siguió al peli-blanco con la sola intención de preguntarle lo que se suponía que tenía que entender, pero al final ambos terminaron saliendo de la casa.
A su lado estaba su compañero sentado, ella prefirió acuclillarse allí mismo para asegurarse de que le escucharía.
—¿Qué pasa? —preguntó en voz baja, por si el asunto se suponía que era importante, claro.