17/12/2017, 22:43
(Última modificación: 18/12/2017, 00:54 por Uchiha Akame.)
El Uchiha del Remolino alzó una ceja, escéptico, cuando su pariente de Kusa quiso saber más sobre los motivos y detalles que le habían llevado a planear aquella expedición a los templos abandonados del Noroeste de Mori no Kuni. Como si Ralexion hubiese leído sus pensamientos, el muchacho se apresuró a clarificar y apuntar sus palabras, asegurando que no eran las intenciones de Akame lo que le preocupaba sino que simplemente quería saber cuanto pudiera sobre el viaje.
—Una duda razonable —contestó el uzujin tras unos instantes de silencio—. Quiero ser claro en esto, Ralexion-san. No es fácil explicar los motivos que me mueven en este viaje... Sólo el prepararme para entender lo que estoy buscando me ha llevado mi tiempo —Akame podía sonar críptico, pero si algo había aprendido es que nunca podía fiarse lo suficiente de alguien como para contarle toda la verdad—. Sobre lo que me preguntas, ten claro que lo único que necesito de ti es que me lleves hasta el templo que busco... Y nada más.
No mentía. Pese a que —después de saber que aquel Uchiha era ninja— Akame pensaba que no le vendrían mal otro par de manos, ojos y oídos, no estaba dispuesto a comprometerse a garantizar la seguridad de un shinobi de Kusagakure. Precisamente, porque allí donde iba no tenía asegurada ni la suya propia.
—Si va a ser peligroso, o no —dudó—, no tengo ni la más remota idea, colega.
El Uchiha soltó una carcajada perruna y breve, seca, que más bien quería decir "si te metes en esto es por tu propio pie".
—Una duda razonable —contestó el uzujin tras unos instantes de silencio—. Quiero ser claro en esto, Ralexion-san. No es fácil explicar los motivos que me mueven en este viaje... Sólo el prepararme para entender lo que estoy buscando me ha llevado mi tiempo —Akame podía sonar críptico, pero si algo había aprendido es que nunca podía fiarse lo suficiente de alguien como para contarle toda la verdad—. Sobre lo que me preguntas, ten claro que lo único que necesito de ti es que me lleves hasta el templo que busco... Y nada más.
No mentía. Pese a que —después de saber que aquel Uchiha era ninja— Akame pensaba que no le vendrían mal otro par de manos, ojos y oídos, no estaba dispuesto a comprometerse a garantizar la seguridad de un shinobi de Kusagakure. Precisamente, porque allí donde iba no tenía asegurada ni la suya propia.
—Si va a ser peligroso, o no —dudó—, no tengo ni la más remota idea, colega.
El Uchiha soltó una carcajada perruna y breve, seca, que más bien quería decir "si te metes en esto es por tu propio pie".