17/12/2017, 23:09
El clon de Akame le dijo lo que ya imaginaba. Ahora todo dependía de él mismo.
« No te preocupes, compañero. Tu esfuerzo no será en vano »
Y no lo fue. Gracias a Akame, Juro no se perdió esa vez, y no echó por traste todo su esfuerzo. Aun a esa distancia, fue capaz de seguir al profesor.
Durante diez minutos, Juro se dedicó a descender por la ladera. No pudo evitar fijarse en que, cuanto más bajaba, más calidad perdía la zona en la que se encontraba. El académico giró a la izquierda y Juro se apresuró a seguirle, con cautela, evitando que se diese cuenta. Volvió a girar otra vez y Juro repitió el proceso de pegarse a la esquina y ver.
Se dio cuenta de que acababan de acercarse al puerto. Aun más, el profesor se dirigió hacia un cruce. Solo entonces se mostró aún más cauteloso, mirando a las esquinas y luego a su espalda.
Juro no fue tonto. Se ocultó tras la esquina de una de las calles antes de que pudiese verle. Tenía que ser cuidadoso. Un poco más y le pillaría.
Tras eso, entró a un edificio. Aun con miedo de acercarse mucho y que le viesen, pudo ver perfectamente el letrero. Y no le sorprendió. Ahí estaba: "El cruce".
Antes de tomar ninguna decisión por sí mismo, Keisuke se acercó a él, bajando del tejado.
—¡Eh Juro! Akame está allá arriba, este restaurante parece de lo más normal, pero la zona en donde estamos no me inspira mucha confianza, sería bueno ubicarnos estrategicamente cerca de él y agarrarlo infraganti.
Juro se fijó en la terraza, mientras su boca describía una "o" perfecta. Tenía razón. Ahí estaba Akame.
« Debo admitirlo. Es astuto »
— Parecía muy cuidadoso cuando ha entrado, como si escondiese algo. Espero que no se haya dado cuenta — admitió Juro. La idea de la amante empezaba a aflorar en él. Esbozó una pequeña sonrisa. —. Ten cuidado con esa cámara. Tienes razón, este barrio parece marginal.
¿Qué hacía un académico en un lugar como ese? Vale, también era una persona. No iba a trabajar las veinticuatro horas del día. Pero aun así, su vena escéptica se empezó a hinchar. Ahí pasaba algo.
— Va a ser un problema. Ahí dentro habrá gente, y no podremos fotografiarlo así de facil. ¿Deberíamos vigilarlo y esperar a que vaya con su amante a otro sitio más discreto, si es que la tiene? — murmuró, sin perder de vista la puerta del local —. También es probable que te reconozca. Ya sé que no te vio haciendo nada sospechoso, pero igual sería más prudente ocultarse o usar un henge. Si se siente perseguido y empieza a atar cabos...
Quizá era demasiado paranoico, pero la forma en la que se había vuelto y girado de un lado a otro le había dado mala espina. Ahí pasaba algo. Lo notaba.
« No te preocupes, compañero. Tu esfuerzo no será en vano »
Y no lo fue. Gracias a Akame, Juro no se perdió esa vez, y no echó por traste todo su esfuerzo. Aun a esa distancia, fue capaz de seguir al profesor.
Durante diez minutos, Juro se dedicó a descender por la ladera. No pudo evitar fijarse en que, cuanto más bajaba, más calidad perdía la zona en la que se encontraba. El académico giró a la izquierda y Juro se apresuró a seguirle, con cautela, evitando que se diese cuenta. Volvió a girar otra vez y Juro repitió el proceso de pegarse a la esquina y ver.
Se dio cuenta de que acababan de acercarse al puerto. Aun más, el profesor se dirigió hacia un cruce. Solo entonces se mostró aún más cauteloso, mirando a las esquinas y luego a su espalda.
Juro no fue tonto. Se ocultó tras la esquina de una de las calles antes de que pudiese verle. Tenía que ser cuidadoso. Un poco más y le pillaría.
Tras eso, entró a un edificio. Aun con miedo de acercarse mucho y que le viesen, pudo ver perfectamente el letrero. Y no le sorprendió. Ahí estaba: "El cruce".
Antes de tomar ninguna decisión por sí mismo, Keisuke se acercó a él, bajando del tejado.
—¡Eh Juro! Akame está allá arriba, este restaurante parece de lo más normal, pero la zona en donde estamos no me inspira mucha confianza, sería bueno ubicarnos estrategicamente cerca de él y agarrarlo infraganti.
Juro se fijó en la terraza, mientras su boca describía una "o" perfecta. Tenía razón. Ahí estaba Akame.
« Debo admitirlo. Es astuto »
— Parecía muy cuidadoso cuando ha entrado, como si escondiese algo. Espero que no se haya dado cuenta — admitió Juro. La idea de la amante empezaba a aflorar en él. Esbozó una pequeña sonrisa. —. Ten cuidado con esa cámara. Tienes razón, este barrio parece marginal.
¿Qué hacía un académico en un lugar como ese? Vale, también era una persona. No iba a trabajar las veinticuatro horas del día. Pero aun así, su vena escéptica se empezó a hinchar. Ahí pasaba algo.
— Va a ser un problema. Ahí dentro habrá gente, y no podremos fotografiarlo así de facil. ¿Deberíamos vigilarlo y esperar a que vaya con su amante a otro sitio más discreto, si es que la tiene? — murmuró, sin perder de vista la puerta del local —. También es probable que te reconozca. Ya sé que no te vio haciendo nada sospechoso, pero igual sería más prudente ocultarse o usar un henge. Si se siente perseguido y empieza a atar cabos...
Quizá era demasiado paranoico, pero la forma en la que se había vuelto y girado de un lado a otro le había dado mala espina. Ahí pasaba algo. Lo notaba.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60