27/12/2017, 14:48
Ni corto ni perezoso, Keisuke desató el caos. El hombre al que abofeteó cayó hacia atrás, empujando a otro, que empujó a otro, que empujó al profesor Rōshi. Luego otro amigo de alguno de ellos intervino, tratando de levantar a su compadre pero arrollando a otro de los trabajadores en el proceso. El académico fue asistido por la joven y ambos trataron de poner pies en polvorosa.
Keisuke huyó hacia el baño, Juro disparó la cámara y el dueño del bar no paraba de pegar gritos tratando de poner orden. El primer hombre que había sido empujado trataba de explicarse mientras otros dos le increpaban el haber palmeado el trasero de una mujer. Un cuarto entró en discordia y pronto empezaron a darse sopapos entre todos.
Akame lo observó todo desde fuera con gesto atónito, incapaz de creer lo que estaba viendo. El profesor Rōshi y la joven pasaron junto a él, visiblemente incomodados por lo que acababa de ocurrir, mientras dentro del bar el caos iba en crescendo. «¿Pero qué demonios...?»
Se levantó una vez los amantes se hubieron alejado, calle abajo, y empezó a seguirlos guardando las distancias.
Un momento después Juro tendría en sus manos una foto de la muchacha ayudando a levantarse al profesor. Entre tanto caos, era lo mejor que había podido conseguir. ¿Bastaría?
Keisuke huyó hacia el baño, Juro disparó la cámara y el dueño del bar no paraba de pegar gritos tratando de poner orden. El primer hombre que había sido empujado trataba de explicarse mientras otros dos le increpaban el haber palmeado el trasero de una mujer. Un cuarto entró en discordia y pronto empezaron a darse sopapos entre todos.
Akame lo observó todo desde fuera con gesto atónito, incapaz de creer lo que estaba viendo. El profesor Rōshi y la joven pasaron junto a él, visiblemente incomodados por lo que acababa de ocurrir, mientras dentro del bar el caos iba en crescendo. «¿Pero qué demonios...?»
Se levantó una vez los amantes se hubieron alejado, calle abajo, y empezó a seguirlos guardando las distancias.
Un momento después Juro tendría en sus manos una foto de la muchacha ayudando a levantarse al profesor. Entre tanto caos, era lo mejor que había podido conseguir. ¿Bastaría?