10/01/2018, 01:21
El cuervo fue lo suficientemente inteligente como para atacar la zona inferior de aquel hombre, que empezó a defenderse por lo alto. Sus brazos se agitaron inconformes y derrotados, sin atinar al ave emplumada; y recibiendo de lleno aquel par de picotazos en sus rodillas. No fue el mayor daño ni mucho menos, pero aquello le obligó a retroceder súbitamente. Trastabilló con sus propios pasos y de un momento a otro, cayó sentado de culo, soltando aquel pergamino que con tanto esmero tenía aferrado entre sus manos.
Entonces, le entró el pánico. Porque no sólo perdió aquello que había robado, sino que en el horizonte veía a Reiji acercándose. Al parecer, no tenía escapatoria. ¿O sí?
Entonces, le entró el pánico. Porque no sólo perdió aquello que había robado, sino que en el horizonte veía a Reiji acercándose. Al parecer, no tenía escapatoria. ¿O sí?