13/01/2018, 11:49
Juro accedió a marcharse ya de aquella fiesta, y la verdad es que lo agradeció con una sonrisa cansada que ya comenzaba a pintarse en su rostro. Con gesto cansado, se levantó y se dirigió de nuevo a los vestidores, donde por suerte recogería rápido su ropa, se la pondría de nuevo y se marcharía a su hotel a dormir, que, la verdad, ya lo necesitaba.
Con suerte y gracias a encontrarse en el auge de la fiesta, en la cola para recoger las ropas de cada uno había un par de personas que parecían encontrarse en la misma situación que Eri, así que solo tuvieron que esperar un par de minutos para ser atendidos.
—Uzumaki Eri, por favor —se identificó la joven a la joven muchacha que se encargaba de administrar toda la ropa que allí se encontraba. Rápidamente fue a un cajón y tomó las ropas bien dobladas de la kunoichi, luego se las tendió —. Voy a cambiarme, nos vemos aquí en cinco minutos, ¿vale? —esta vez habló hacia Juro, y su voz no sonó como una orden, simplemente como una sugerencia.
Luego se perdió por los pasillos repletos de armaduras con sonidos metálicos acompañándola, hasta que desapareció en un vestuario.
Con suerte y gracias a encontrarse en el auge de la fiesta, en la cola para recoger las ropas de cada uno había un par de personas que parecían encontrarse en la misma situación que Eri, así que solo tuvieron que esperar un par de minutos para ser atendidos.
—Uzumaki Eri, por favor —se identificó la joven a la joven muchacha que se encargaba de administrar toda la ropa que allí se encontraba. Rápidamente fue a un cajón y tomó las ropas bien dobladas de la kunoichi, luego se las tendió —. Voy a cambiarme, nos vemos aquí en cinco minutos, ¿vale? —esta vez habló hacia Juro, y su voz no sonó como una orden, simplemente como una sugerencia.
Luego se perdió por los pasillos repletos de armaduras con sonidos metálicos acompañándola, hasta que desapareció en un vestuario.