13/01/2018, 19:39
Keisuke estaba inquieto, aún así, seguía al pie de la letra la única orden que le había dado su superior. Apoyó la oreja en la pared, lo cual era bastante menos eficaz que apoyarlo en la puerta, por suerte para él, porque en ese momento empezaron unos gritos desgarradores.
¡¡AHHHHHGGGGG!!
Seguidos de unas toses frenéticas y violentas en las que se esputaba algo, que por la experiencia médica de Keisuke, sabía que solo podía ser sangre. Despues de esa escena, la puerta volvió a crujir y esta vez apareció una brecha que la atravesaba verticalmente, justo donde debería estar la formula de sellado por el lado contrario.
Aún así, parecía que aún resistía, y la rotura solo era una linea de astillas que no dejaba ver a través. En cuanto a los sonidos, cesaron por completo.
_____________________________________________________________
Mogura empezaba a parecer desesperado cuando le preguntó a una persona semi inconsciente, drogada y a la que le acababa de meter y sacar un montón de liquido y veneno respectivamente. Para sorpresa de todos, éste le contestó con una sonrisa y unas pocas palabras.
— Aki... las uso todas... para...
La voz del hombre llegó apenas al volumen de un murmullo, haciendo el final de la oración inescuchable por el médico. Sin embargo, quien sí parecía estar escuchando era Kami-sama, porque respondió a sus deseos de un inconsciente entregándole a un Karamaru que parecía en peor estado que el enfermo, a pesar de que solo tenía unas abrasiones leves en los brazos.
Si Mogura prestaba atención, vería que la mancha de veneno empezaba a recuperar movilidad, lentamente, pero empezaba a ponerse en marcha. Si tenía que decidir algo, ese era el momento. Pues que no pudiesen volver a detener el veneno era una opción más que probable.
¡¡AHHHHHGGGGG!!
Seguidos de unas toses frenéticas y violentas en las que se esputaba algo, que por la experiencia médica de Keisuke, sabía que solo podía ser sangre. Despues de esa escena, la puerta volvió a crujir y esta vez apareció una brecha que la atravesaba verticalmente, justo donde debería estar la formula de sellado por el lado contrario.
Aún así, parecía que aún resistía, y la rotura solo era una linea de astillas que no dejaba ver a través. En cuanto a los sonidos, cesaron por completo.
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Mogura empezaba a parecer desesperado cuando le preguntó a una persona semi inconsciente, drogada y a la que le acababa de meter y sacar un montón de liquido y veneno respectivamente. Para sorpresa de todos, éste le contestó con una sonrisa y unas pocas palabras.
— Aki... las uso todas... para...
La voz del hombre llegó apenas al volumen de un murmullo, haciendo el final de la oración inescuchable por el médico. Sin embargo, quien sí parecía estar escuchando era Kami-sama, porque respondió a sus deseos de un inconsciente entregándole a un Karamaru que parecía en peor estado que el enfermo, a pesar de que solo tenía unas abrasiones leves en los brazos.
Si Mogura prestaba atención, vería que la mancha de veneno empezaba a recuperar movilidad, lentamente, pero empezaba a ponerse en marcha. Si tenía que decidir algo, ese era el momento. Pues que no pudiesen volver a detener el veneno era una opción más que probable.