14/01/2018, 23:54
Lo intentó. Intentó reincorporarse, pero sin éxito.
—Calma, muchacho, calma. Te has dado un buen zopetón en la cabeza, ¿vale? los doctores han dicho que necesitas descansar. Dime —le mostró la palma de su mano, con una docena de dedos—. ¿cuántos ves?
Toc, toc, toc
La puerta vibró, y por ella se asomó una cara familiar. Y otra no tan conocida, aunque un tanto reciente. Podía ser uno de los guardias, no podía estar al cien por ciento seguro.
—Pedazo de chichón que tienes en la frente, hombre. ¿Estás bien?
—Calma, muchacho, calma. Te has dado un buen zopetón en la cabeza, ¿vale? los doctores han dicho que necesitas descansar. Dime —le mostró la palma de su mano, con una docena de dedos—. ¿cuántos ves?
Toc, toc, toc
La puerta vibró, y por ella se asomó una cara familiar. Y otra no tan conocida, aunque un tanto reciente. Podía ser uno de los guardias, no podía estar al cien por ciento seguro.
—Pedazo de chichón que tienes en la frente, hombre. ¿Estás bien?