15/01/2018, 15:49
El peliblanco se quedó un poco colgado cuando vio como la mujer callaba cuando intentó que les dijera su nombre pero se rehizo como pudo y preguntó el motivo que la llevaban a perseguir a aquellos dos hombres que, desde el día anterior habían pasado a ser prioridad número uno del calvo y del uzunés.
Dejémoslo en que son viejos conocidos y no son personas muy amables. Los andaba buscando hace meses, y recién los encontré hace un par de días tomando sake en la ciudad.
La mujer entonces clavó sus ojos en él, una mirada que decía muchas cosas y de la que Riko interpretó que no sacaría mucha más información, no al menos de momento, por lo que se limitó a sonreír y asentir con la cabeza, dando por válida la respuesta de la mujer.
Y-y... ¿Y por qué no debemos meternos? ¿Qué hay detrás de todo esto?
El calvo entonces se armó de valor y realizó la pregunta que le pasaba por la cabeza tanto a él como al peliblanco, pero como respuesta solo recibieron la invitación de la mujer a seguirla a su camarote, ante lo cual los dos jóvenes se miraron, pensando seguramente en lo mismo, la última vez que había hecho algo parecido habían tenido que salir huyendo por precaución y por miedo.
— No es por ser descortés, pero mejor vayamos a mi habitación, ¿si? — Riko sabía que así tanto él como Karamaru se sentirían mucho más seguros, y la mujer no debería tener el menor inconveniente en aceptar su propuesta.
Dejémoslo en que son viejos conocidos y no son personas muy amables. Los andaba buscando hace meses, y recién los encontré hace un par de días tomando sake en la ciudad.
La mujer entonces clavó sus ojos en él, una mirada que decía muchas cosas y de la que Riko interpretó que no sacaría mucha más información, no al menos de momento, por lo que se limitó a sonreír y asentir con la cabeza, dando por válida la respuesta de la mujer.
Y-y... ¿Y por qué no debemos meternos? ¿Qué hay detrás de todo esto?
El calvo entonces se armó de valor y realizó la pregunta que le pasaba por la cabeza tanto a él como al peliblanco, pero como respuesta solo recibieron la invitación de la mujer a seguirla a su camarote, ante lo cual los dos jóvenes se miraron, pensando seguramente en lo mismo, la última vez que había hecho algo parecido habían tenido que salir huyendo por precaución y por miedo.
— No es por ser descortés, pero mejor vayamos a mi habitación, ¿si? — Riko sabía que así tanto él como Karamaru se sentirían mucho más seguros, y la mujer no debería tener el menor inconveniente en aceptar su propuesta.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»