16/01/2018, 20:29
El tiempo se le hizo eterno esperando la respuesta de la mujer, que parecía no demasiado convencida, simplemente observando sus gestos eran capaces de ver que la idea no terminaba de convencerla, y aquello, a pesar de no preocupar en exceso a Riko, no sabía cómo podría afectar a su compañero.
Suerte que me tienen a mí. Guía tú el camino hombrecito.
La sonrisa del peliblanco acompañó a la de la mujer, asintiendo con energía y dándole un pequeño golpecito en el hombro a Karamaru para que comenzara a seguirlo.
— Sí claro, por aquí.
El Senju inicio el camino hacia su camarote, al que no tardarían demasiado en llegar pues el joven marcaba un paso rápido, tratando de llegar lo antes posible para así poder aclarar todo aquel tema. Cuando llegaron a la puerta de la habitación, Riko cogió la llave y abrió, invitando a sus acompañantes a pasar primero para cerrar la puerta a sus espaldas.
— Pues bien, ¿por qué andas detrás de ellos también? ¿Quiénes son? — Preguntó sin rodeos.
Suerte que me tienen a mí. Guía tú el camino hombrecito.
La sonrisa del peliblanco acompañó a la de la mujer, asintiendo con energía y dándole un pequeño golpecito en el hombro a Karamaru para que comenzara a seguirlo.
— Sí claro, por aquí.
El Senju inicio el camino hacia su camarote, al que no tardarían demasiado en llegar pues el joven marcaba un paso rápido, tratando de llegar lo antes posible para así poder aclarar todo aquel tema. Cuando llegaron a la puerta de la habitación, Riko cogió la llave y abrió, invitando a sus acompañantes a pasar primero para cerrar la puerta a sus espaldas.
— Pues bien, ¿por qué andas detrás de ellos también? ¿Quiénes son? — Preguntó sin rodeos.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»