16/01/2018, 21:23
Riko escuchó con atención toda aquella explicación que la mujer había soltado a regañadientes, y en cierto punto creyó entender que quería librarse de aquellos dos hombres de cualquier forma y, a pesar de que entendía como se sentía, matar no era la mejor solución, y aquello era algo que el peliblanco tenía bien claro.
Cuando el uzunés iba a intervenir, la mujer siguió hablando, confirmando que no sabía el por qué les conocían y, dada la situación, al Senju tampoco le extrañaba que les hubieran podido investigar el ser shinobi que pudieran poner en peligro su trabajo.
Un fuerte suspiro salió de la boca del peliblanco.
— Está bien, ¿qué le parece si protejo a su esposo? No puedo hablar por Karamaru, pero yo puedo ser su ''guardaespaldas'' — Se ofreció Riko, deseando que el calvo no se achantara y se ofreciera también. — Además, nosotros ya sospechamos de alguien de su tripulación, los dos guías que nos recibieron, por si le sirve de algo.
Cuando el uzunés iba a intervenir, la mujer siguió hablando, confirmando que no sabía el por qué les conocían y, dada la situación, al Senju tampoco le extrañaba que les hubieran podido investigar el ser shinobi que pudieran poner en peligro su trabajo.
Un fuerte suspiro salió de la boca del peliblanco.
— Está bien, ¿qué le parece si protejo a su esposo? No puedo hablar por Karamaru, pero yo puedo ser su ''guardaespaldas'' — Se ofreció Riko, deseando que el calvo no se achantara y se ofreciera también. — Además, nosotros ya sospechamos de alguien de su tripulación, los dos guías que nos recibieron, por si le sirve de algo.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»