17/01/2018, 17:15
La joven desconocida llevó su mirada en la dirección por la cual Mogura estaba avanzando, en ese instante las miradas de ambos se cruzarían y parecería que la seria expresión del shinobi no le terminaría de caer bien a la chica. Sin embargo y luego de un par de segundos esta se dirigiría a él. El shinobi terminaría por detenerse a unos metros de la muchacha, por una simple medida de seguridad, y cortesía.
—Buenos días, shinobi-san
Saludó acompañando sus palabras con un gesto de su cabeza.
—Buenos días, kunoichi-dono
Respondió el médico inclinándose ligeramente haciendo una reverencia a modo de saludo. El gesto no le impediría observar como la muchacha se volvía a lo que estaba haciendo.
—¿Ocurre algo malo?
Consultó la fémina mientras la ardilla se mostraba inquieta en sus manos.
—Parece que ese animal está sufriendo. ¿Está tratando de asistirlo?
Respondería arrojando él mismo una pregunta sobre la mesa. ¿Cuáles eran las intenciones de la kunoichi con aquella pobre criatura?
—Buenos días, shinobi-san
Saludó acompañando sus palabras con un gesto de su cabeza.
—Buenos días, kunoichi-dono
Respondió el médico inclinándose ligeramente haciendo una reverencia a modo de saludo. El gesto no le impediría observar como la muchacha se volvía a lo que estaba haciendo.
—¿Ocurre algo malo?
Consultó la fémina mientras la ardilla se mostraba inquieta en sus manos.
—Parece que ese animal está sufriendo. ¿Está tratando de asistirlo?
Respondería arrojando él mismo una pregunta sobre la mesa. ¿Cuáles eran las intenciones de la kunoichi con aquella pobre criatura?
Hablo - Pienso